Las plantas pueden oír algunas cosas que suceden a su alrededor: cuáles son

Más leídas

Un grupo de científicos europeos reveló un hallazgo que reconfigura la relación entre flora y fauna: ciertas plantas pueden “escuchar” los zumbidos de polinizadores como las abejas. Esta capacidad les permite producir néctar más dulce y abundante, reforzando el vínculo ecológico que asegura su reproducción y la continuidad de muchas especies.

Durante ensayos acústicos, se comprobó que las plantas reaccionan específicamente al sonido de los polinizadores y no a otros insectos o ruidos ambientales. La producción de néctar se dispara, junto con la activación de genes encargados de sintetizar azúcares, cuando detectan el zumbido adecuado.

La investigación se centró en especies como la boca de dragón, que al exponerse a los sonidos de abejas, mostraron una notable respuesta química. Este comportamiento sugiere que las plantas desarrollaron mecanismos sensoriales sofisticados para reconocer a quienes les garantizan la polinización.

La idea de que las plantas pueden percibir vibraciones no es nueva, pero ahora se suma evidencia de que podrían usar esta capacidad para distinguir entre visitantes útiles y otros que no aportan beneficios reproductivos.

plantas con poca luz
Las plantas pueden oír.

Aliadas invisibles en el equilibrio ecológico

Este tipo de interacción refleja un delicado equilibrio ecológico basado en la coevolución. Las plantas, lejos de ser organismos pasivos, responden a estímulos ambientales para maximizar su eficiencia y supervivencia en ecosistemas complejos.

Incluso especies como las polillas, muchas veces ignoradas, resultan esenciales en este proceso. Ampliar el conocimiento sobre cómo las plantas responden a diversos polinizadores podría ser clave para conservar la biodiversidad y optimizar cultivos agrícolas.

Nuevas investigaciones apuntan a utilizar este mecanismo en sistemas productivos. Si los sonidos pueden inducir una mejor calidad de néctar, se abre la puerta a técnicas agrícolas más sostenibles que estimulen a los insectos sin alterar los ecosistemas.

En medio de la crisis climática y la reducción de poblaciones de abejas y otros polinizadores, estos hallazgos se vuelven vitales. Comprender cómo las plantas se comunican puede ayudar a proteger la base natural de la seguridad alimentaria de las personas.

Otras maneras de interacción que poseen las plantas

Las plantas se comunican de múltiples maneras con otras especies, más allá de su capacidad de percibir sonidos. Una de las más conocidas es la liberación de compuestos químicos volátiles que atraen a polinizadores o repelen a depredadores. Estas señales pueden ser específicas para cada visitante, optimizando el éxito reproductivo o la defensa.

También existen interacciones subterráneas, como las que se producen a través de las micorrizas. Estas redes de hongos simbióticos permiten a las plantas intercambiar nutrientes con otras especies vegetales e, incluso, enviar señales de advertencia ante ataques de plagas, en un fenómeno conocido como la “Wood Wide Web”.

Algunas plantas desarrollan relaciones mutualistas con animales, como las acacias, que ofrecen néctar a ciertas especies de hormigas a cambio de protección contra herbívoros. Este tipo de colaboración activa demuestra que muchas especies vegetales han evolucionado estrategias de defensa y supervivencia compartidas.

Además, hay casos de plantas carnívoras que interactúan con insectos no para reproducirse, sino para alimentarse. A través de estructuras especializadas y señales visuales u olfativas, logran atraer, capturar y digerir a sus presas.

Últimas noticias

En Argentina casi el 30% de las noticias en torno a la transición energética caen en la desinformación

Un estudio analizó el grado de desinformación en la cobertura informativa en torno a la transición energética en Argentina y Latinoamérica.

Noticias relacionadas