A través de un monitoreo de varios años, se dio a conocer la historia de la ballena “Luminosa“. Se trata de un ejemplar de ballena franca austral, detectada en el Golfo Nuevo de Península Valdés.
Su registro aporta información muy relevante acerca del ciclo reproductivo de la especie. Tiene 30 años y una coloración característica que es hereditaria e hizo que los científicos le dieran ese nombre.
Así es la ballena Luminosa
Esta hembra de coloración morfo gris es una de las integrantes del Programa “Adoptá una Ballena”, de la organización Conservación de Ballenas.
Luminosa, es la número 1193-94 del catálogo de ballenas francas australes identificadas en la Península Valdés. La monitorean desde su nacimiento y desde entonces la registraron en siete años diferentes: en cuatro estaba junto a una cría, que nació el año pasado.
En esta ocasión fue registrada en el Golfo San José y en compañía de una cría, morfo gris como ella.
Una ballena que ilumina el mar
Luminosa se destaca por su coloración morfo gris. Al nacer las ballenas con esta coloración son casi completamente blancas y luego van tornándose grises a partir del primer año de vida.
Esta coloración es una característica que se hereda: sus crías también son morfo grises o bien tienen manchas grises en su cuerpo.
Un dato curioso es que nacen más machos que hembras con esta coloración, debido a que se relaciona con los cromosomas sexuales, lo que hace que Luminosa, al ser que es una hembra, sea aún más especial.
“Cuando vemos ballenas con esta coloración justo antes de salir a la superficie, parecen iluminar el agua del mar desde abajo, de allí el nombre de Luminosa”, remarcaron desde la organización.
Ballena Luminosa: los datos importantes que aportó a la investigación
Si bien no pudo registrarse nuevamente durante esta última, varias características durante la observación indican que podría haber estado preñada. Entre otros datos, destacaron:
- La proporción del ancho respecto del largo del cuerpo es grande. Y otras hembras con estas proporciones corporales luego son avistadas con una cría.
- El ancho del cuerpo justo detrás del ojo muestra un engrosamiento. Esto se le atribuye a una gran reserva de grasa, típica de ballenas que están cerca de tener cría.
- Además, hay una porción específica del cuerpo que se ensancha cuando están preñadas, justo detrás de la mitad del cuerpo.
- El registro fue realizado en junio, el mes en el que más registros de hembras preñadas tenemos en el proyecto Midiendo Ballenas.
Asumiendo que Luminosa estaba preñada, esto agrega información valiosa sobre su historia de vida. Ella fue registrada varias veces con cría pero si se analizan los intervalos entre las pariciones del 2012, 2014 y 2018 surge una señal de alerta.
¿Problemas reproductivos?
Las ballenas francas tienen en promedio una cría cada tres años: un año de gestación, el segundo de lactancia y el tercero, recuperan energías para la siguiente preñez. “Cuando un ballenato muere poco después de su nacimiento, su madre, que casi no ha gastado energías para amamantarlo, puede quedar preñada un año antes de lo normal”, detallan en la organización.
Así, vuelve a tener una cría dos años después en lugar de tres. Otros cambios en el proceso reproductivo pueden generar intervalos de cuatro años. Estos son indicadores de fallas reproductivas, “algo que estamos registrando con mayor frecuencia en la población de Península Valdés”, alertaron.
Por otro lado, desde 2018, cuando se la vio con cría, hasta 2023 (posiblemente preñada) transcurrieron 5 años.
“Esto indica que probablemente haya perdido una cría entre medio. También podría haber sucedido que haya tardado varios años en recuperar una condición corporal óptima para volver a quedar preñada”, remarcaron.
“Por lo general, esto último ocurre cuando hay baja disponibilidad de alimento en las zonas de alimentación. Al no tener registros de Luminosa entre 2018 y 2023 es difícil atribuirle cualquiera de estos posibles eventos con certeza”, concluyeron.