Los científicos dicen que han resuelto un misterio evolutivo que involucra a una criatura espinosa microscópica de 500 millones de años con boca pero sin ano.
Cuando se descubrió en 2017 se dijo que este fósil diminuto de un animal marino con forma de saco podría ser el antepasado más antiguo conocido de los seres humanos.
El Saccorhyntys coronarius, como se conoce a este ser ancestral, se clasificó de modo tentativo dentro del grupo de los deuteróstomos, que se caracterizan porque su ano se forma antes que la boca durante su desarrollo embrionario.
Estos son los ancestros primitivos de los vertebrados, incluidos los humanos.
Ahora, un nuevo estudio sugiere que el Saccorhytus debería clasificarse en un grupo de animales completamente diferente.