Un raro y frágil mineral, llamado ‘lausonita’, hallado a varios kilómetros de profundidad, es la causa de los terremotos profundos, sugiere un estudio publicado por científicos de la Universidad Brown, en el estado de Rhode Island, Estados Unidos.
Este mineral se forma en las zonas de subducción ‘frías’ a unos 300 kilómetros por debajo de la superficie de la Tierra y se vuelve frágil cuando el agua penetra en la profundidad. Es decir, el hallazgo de los científicos explica por qué se producen sismos en el interior del manto cuando a esas profundidades no existen las temperaturas ni las presiones para que la corteza se rompa.
‘Las presiones son tan altas a esa profundidad que se inhibe el proceso normal de fricción y deslizamiento asociado a los terremotos’, explicó Greg Hirth, uno de los autores del estudio. Y la clave está en la lausonita.
A medida que este frágil mineral se quiebra, se producen terremotos conocidos como ‘terremotos de profundidad intermedia’, que son menos dañinos que los más cercanos a la superficie, pero capaces de sacudir edificios.
Los resultados explican por qué los terremotos son más comunes en áreas como el Pacífico occidental, donde la placa tectónica del Pacífico está ubicada por debajo de Japón, y menos frecuentes en el otro lado del océano, cerca el estado de Washington y Vancouver.