La extinción de una especie animal siempre es motivo de tristeza. Pero cuando la razón de esa extinción es a raíz de la actividad humana, se convierte en algo preocupante y para reflexionar sobre nuestro protagonismo y deber para con el planeta en el que convivimos con las demás especies.
La reciente extinción del primer mamífero a causa del cambio climático, una especie de rata australiana, o la desaparición para siempre de la especie de caracol hawaiano con la muerte del viejo ‘George’, su último ejemplar, entristecieron a los investigadores encargados de investigar este irreversible fenómeno.
En esa línea, un estudio recientemente publicado por la Universidad de Yale en Nature Climate Change , ofrece más detalles de las actividades humanas que llevaran a la extinción de muchas más especies, si se mantiene el ritmo de vida que actualmente llevamos.
Según el estudio, la destrucción del hábitat natural como bosques, selvas y demás enclaves, con el objetivo de crear nuevas tierras para la agricultura o la construcción, está poniendo en serio peligro a cerca de 1,700 especies en los próximos 50 años.