Tres miradas sobre la capacitación en energías renovables

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Las energías renovables en la Argentina van cobrando impulso conforme se despejan las dudas sobre su importancia para el desarrollo nacional, y la necesidad de impulsar esta industria requiere de personal capacitado. 

E-Renova consultó a tres especialistas en la temática para conocer su visión sobre esa realidad. Así, Jorge Follari, profesor asociado de la tecnicatura en Energías Renovables de la Universidad de San Luis, Jorge Barrera, integrante de la maestría de la Universidad Nacional de Lanús, y Daniel Fernández, experto en energías renovables, respondieron sobre la importancia de estas capacitaciones y cómo se deberían insertarse en un modelo productivo nacional.
 
¿Cuál es la oferta de capacitaciones en el país?
Jorge Barrera:- Diría que estamos mejor que hace unos años, pero en algunos temas falta profundizar e integrar conocimientos. Existen posgrados que se dedican exclusivamente al tema de renovables, y eso es bueno, pero para analizar y sacarle provecho a este tipo de formación debería seccionarse por lo menos en lo que son tecnologías para sectores rurales y urbanos, que son muy distintos. Igualmente hay mucha formación no tan formal, y para distintos grados de capacitación: para técnicos que instalen, para ingenieros que trabajen en las tecnologías necesarias y para los que contribuyen desde la instalación y medición con todas las tareas necesarias para el abastecimiento.
Jorge Follari:- El estado actual es bastante flojo, diría yo, y eso tiene que ver con la escasez del uso de energías renovables en el país. Contamos con personal capacitado desde los años 70, y se han hecho desarrollos que en la práctica quedaron en la nada, y el déficit que le significa eso hoy a la Argentina, y que se va a evidenciar más en los próximos diez años, va a ser muy grave.
Daniel Fernández:- Es muy incipiente todavía. A nivel oficial solo hay algunas materias en ciertas carreras, como ingeniería eléctrica o cursos relacionados con las renovables, pero no hay muchas carreras específicas o de formación. Se ven iniciativas de fundaciones, como Energizar, o la de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). Si bien empiezan a aparecer pedidos de personal capacitado, aún no hay un mercado muy desarrollado, hace falta capacitar en tema de proyectos y montaje, que hoy por hoy es una gran falencia.
 
¿Qué perfil tienen los que se acercan a estas iniciativas?
JB:- Si es una formación exclusivamente en tecnologías de conversión de una fuente de energía en otra, ahí van a tener muchas más posibilidades los que vienen de formaciones técnicas: ingenieros, físicos, entre otros. Sería óptimo formar gente que esté en condiciones de impulsar la utilización y el aprovechamiento de las energías renovables en los nichos en los que cada uno sea más eficaz. Es necesario formar gente que pueda tomar mejores decisión. Además, al igual que los problemas, los temas de aprovechamiento de fuentes renovables son transdisciplinarios, con lo que la formación debería seguir esa misma pauta.
DF:- Lo que se necesita siempre es formación a nivel de ingenieros o técnicos, que son los que se acercan en un primer lugar. Por ahí la gente con formación en ciencias sociales lo pueda tomar más desde el lado regulatorio, más apuntando a la relación entre la tecnología y la parte social de la aplicación.
JF:- Son en general ingenieros, algún arquitecto o físico tal vez. Puede haber casos de gente que venga de las ciencias sociales, pero yo no tengo conocimiento. El tema es que la formación en la UTN está dividida en dos partes: la primera, común a todas las formaciones en energías renovables,  tiene mucho de física y matemática; después, la segunda parte, se centra en la especialización: eólica, solar o biomasa.
 
 
 
 
 
¿Cuál es el panorama a futuro?
JF:- Creo que en lo que es aplicación nacional no va a haber muchos cambios, pero sí a nivel de las provincias y municipios. Numerosas gobernaciones están bastante preocupadas por el tema y están tratando de hacer políticas orientadas a aplicar las energías renovables en las viviendas de construcción social, coordinando con las secretarías de energía provinciales. Encontramos en las provincias personas que están estudiando el tema y tienen una actitud de apertura que permite mantener un diálogo. Esto va a servir para que quienes se especializaron en las renovables, que suele ser gente muy preparada, puedan encontrar trabajo. 
DF:- A futuro yo sé que se abrirán muchos posgrados en algunas universidades, e inclusive que algunas de ellas incorporan la cuestión de las energías renovables a la currícula de sus carreras de grado. Actualmente lo veo como una especialización directa y todavía no como carrera, pero hay que avanzar en esa dirección.
JB:- Las energías renovables van a crecer progresivamente en la matriz energética latinoamericana. Va a ser un proceso no muy rápido pero sí sostenido, entonces será necesaria  la formación de mucha gente más, en todos los niveles: posgrado, grado, técnicos. Va a ser una necesidad de la región, que resultará conveniente desde el punto de vista personal y económico. Y como este es un problema complejo, la formación de aquellos que van a enfrentarlo debe ser así.
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