Los nanoplásticos son partículas degradadas de menos de 5 milímetros que ingerimos a través de los alimentos y que la ciencia vincula con la tendencia a los problemas cardíacos, como el infarto y los derrames cerebrales.
Estos residuos han sido hallados en la sangre, el hígado y hasta la leche materna.
Por primera vez, una investigación sugiere que los micro y nanoplásticos de partículas que se han degradado con el tiempo, podrían tener una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares o problemas cardíacos.
Este tipo de plástico son tan pequeños que es muy fácilmente absorbido
Incluso los científicos han revelado que se pueden absorber a través de la piel porque son tan microscópicos, se pueden absorber inhalándolo y mayormente a través del consumo digestivo.
Según el doctor Samer Kottier, médico cardiólogo fundador de “Corazón en Forma”, quien no está vinculado al estudio, esas partículas se han encontrado en una variedad de ambientes, por ejemplo, en la leche materna, en la sangre y en el hígado y en el más reciente estudio publicado en The New England Journal of medicine, las hallaron en las arterias del cuello.
El estudio analizó a 257 personas con estenosis de la arteria carótida, en la que placas o depósitos de grasa bloquea el flujo de la sangre del cuello al cerebro.
Todos los pacientes estaban programados para una cirugía en la que le extraerían esas placas. Luego de removerlas, los investigadores encontraron pequeñas partículas de plástico en 150 de los pacientes.
Al hacer seguimiento durante 34 meses, encontraron que el 20% de quienes tenían plástico en las arterias sufrieron un ataque al corazón o derrame cerebral no mortal o muerte por alguna causa, la cifra mucho mayor en comparación a quienes no tenían esas partículas.
La gente que tenía los microplásticos y los nanoplásticos, tenían más riesgo de sufrir un infarto que la gente que no tenía los micro plásticos y eso fue el riesgo. Fue casi 5 veces más de lo que no tienen. El microplástico fue es alarmante.
Sin embargo, el doctor Kottier, dice que el estudio fue pequeño y que todavía hay que estudiar más a fondo por el momento.
Hay que tratar de evitar consumir bebidas en botellas de plástico, sobre todo en una playa, los plásticos que son muy finitos, esos son los que más fácilmente se degradan, el uso del microondas con objetos de plástico, como botellas y recipientes de plástico. También hay que evitar que se degrade el plástico a través de las ondas del microondas.
La precaución es una herramienta de protección.
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