Los ananaes no solo son buenas para comer sino que también podrían usarse en la ropa, afirma Carmen Hijosa, creadora de Piñatex, un textil fabricado con las fibras de las hojas de la fruta, que espera le dé a la industria de la moda una alternativa sostenible al cuero.
‘Debido a sus características (las fibras son muy finas, fuertes y flexibles) mi idea fue la de hacer una malla con estas fibras, parecida a lo que es el cuero’, dijo Hijosa a la agencia Reuters. ‘Y ese fue el comienzo de este nuevo material’.
Hijosa, diseñadora de vestuario, dejó el cuero por motivos ambientales y pasó ocho años desarrollando su textil. Fundó Ananas Anam para comercializar Piñatex y trabaja con productores en Filipinas que cosechan y pelan las fibras, que se procesan en España.
Para hacer un metro cuadrado de Piñatex se necesitan 460 hojas pero no hay escasez de materia prima. La producción mundial de ananá superó los 25 millones de toneladas en 2016, según Statistica.
Ananas Anam indica que los residuos de los 10 principales países productores podrían, en teoría, reemplazar más del 50% de la producción mundial de cuero.
Desde su lanzamiento comercial en 2015, Piñatex fue utilizado por unos 500 fabricantes, incluido Hugo Boss, que las usa para hacer zapatillas veganas, y Altiir, que fabrica chaquetas estilo motociclista.
‘La gente lo toca, al principio piensan que es de cuero y luego lo sienten y no se siente como cuero’, cuenta Timothy Turner-Sutton, director creativo de Altiir. ‘Cuando se moja, se seca como el cuero y se comporta como el cuero en todos los sentidos, excepto que es completamente sostenible’.
Sin embargo, al menos por ahora, volverse vegano no es barato. Las chaquetas de Altiir se venden por 680 libras (u$s 860).