El desecho de botellas de PET es una de las principales problemáticas ambientales actuales, no sólo por el volumen de residuo generado diariamente sino también por la lenta degradación del material (que no es biodegradable).
En respuesta a esta problemática, un grupo de especialistas del Centro INTI-Plásticos desarrolló un método para obtener filamentos para impresión 3D a partir de este material.
En un futuro, su implementación podría sustituir la importación de las materias primas que se utilizan actualmente en esta industria pujante.
“El trabajo surgió a pedido de una empresa nacional que se acercó al INTI buscando el modo de reemplazar insumos importados, haciendo más sustentable el uso de impresoras 3D”, afirmó Guido Palazzo, uno de los responsables del proyecto.