El Ministerio de Ambiente de Argentina envió esta semana la propuesta para incluir dentro de los delitos ambientales a la deforestación ilegal. ‘El borrador se envió a la comisión revisora’, adelantó Diego Moreno, secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable: ‘En 2016 el 50% de los desmontes se produjo en terrenos donde las zonas eran rojas y amarillas. Y se combinaron dos situaciones: el desmonte ilegal y las autorizaciones para establecer sistemas silvopastoriles intensivos’.
El Ministerio de Ambiente de la Nación envió esta semana la propuesta para incluir dentro de los delitos ambientales a la deforestación ilegal. Las penas irán entre los seis meses y los tres años de prisión, e incluye agravantes que podría elevar el castigo a cinco años y que no sea excarcelable, adelantó el medio porteño.
El funcionario nacional se refiere al ordenamiento territorial que establece la Ley de Bosques y que realizó cada provincia realizó en donde se establecen las zonas rojas, que contienen los bosques que no deben sufrir ninguna transformación; amarillas, a los que presentaban alguna degradación, pero pueden ser restaurados, y verdes, a los sectores en los que, con permiso previo, se pueden realizar desmontes.
‘Estamos trabajando en un proyecto de acción penal específicamente para bosques junto a la Comisión de Reforma del Código Penal. Bajo el título ambiental una de las figuras penales que se incorporan es la deforestación ilegal o la degradación de bosques nativos. Ese trabajo ya se envió a la comisión’, agregó Moreno.
Entre las funciones de los bosques, además del aporte de oxígeno, está la amortiguación de las inundaciones, el albergue y sustento de las comunidades y la protección de la biodiversidad. La Argentina es uno de los países que más bosque nativo ha perdido en las últimas dos décadas. A causa de esa situación, en 2007 se sancionó una ley de protección de los mismos que logró disminuir el desmonte, aunque continúa con índices altos.