Barcelona se convirtió en la primera ciudad del mundo declarada VegFriendly, tras la aprobación de una moción presentada por el grupo de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona.
LIBERA! y FFW esgrimieron una batería de argumentos no menores, por ejemplo citan a la Organización Mundial de la Salud y su recomendación de alejarse de las carnes procesadas, o las recomendaciones de Naciones Unidas que piden avanzar hacia dietas vegetarianas como una estrategia para frenar el calentamiento global y la injusta repartición de los alimentos, dos afirmaciones que la ONU plasmó en un extenso dossier al que tituló ‘La larga sombra del ganado’. Además ofrecen argumentaciones de carácter económico como la captación de un turismo de calidad y el fomento del pequeño y mediano comercio.
Las medidas que se deberán aplicar son diversas, por ejemplo la apertura de un punto de información y encuentro de emprendedores, inversores, universidades y movimientos sociales, lo que el portavoz de la campaña, Leonardo Anselmi, definió como ‘un invernadero social para una nueva economía basada en la ética y el cuidado del Planeta’.
Anselmi sostiene que ‘Barcelona no se encuentra entre los destinos predilectos de turistas vegetarianos o veganos y es una pena, porque tenemos una abanico de pequeños comercios capaces de satisfacer sus demandas, especialmente en el ámbito de la alimentación y la vestimenta’.
Del mismo modo el activista recuerda que ‘ninguna de las diez ciudades preferidas por este público tiene una estrategia para su captación y promoción que les ubique en esa posición, por tanto esto nos deja en una fabulosa situación competitiva’.
