El gobierno de la capital china estudia planes para combatir la contaminación atmosférica en 2017 a través de la creación de una fuerza policial ambiental que incremente la supervisión en sus 16 distritos.
Según el alcalde interino, Cai Que, las barbacoas al aire libre, la incineración de basuras, la quema de biomasa y el polvo de carreteras, son actos de incumplimiento de las regulaciones y al mismo tiempo son el resultado de una supervisión negligente y una débil aplicación de la ley.
Después de que un grave episodio de esmog afectara a la ciudad durante más de una semana, enfatizó que el gobierno municipal adoptará medidas más estrictas para paliar la contaminación atmosférica en el nuevo año.
Adelantó la clausura de la única planta eléctrica de carbón de la urbe hasta después de la temporada de calefacción. El consumo de ese mineral se recortará en un 30 por ciento, hasta menos de siete millones de toneladas en 2017. También unos 300 mil vehículos viejos altamente contaminantes serán eliminados este año y se cerrarán 500 fábricas manufactureras, mientras que otras dos mil 560 se modernizarán para satisfacer unos estándares de tratamiento de la polución más elevados.
Cai explicó que Beijing fortalecerá las relaciones con la vecina provincia de Hebei y la municipalidad de Tianjin a la hora de establecer estrategias dirigidas a luchar contra la contaminación atmosférica.
El esmog se ha convertido en el principal problema medioambiental del norte de China en los últimos años, particularmente en invierno, cuando las calderas de calefacción de carbón operan y el viento se debilita.