Por Karin Chmiel de @concientizarse, licenciada en RSE
Lo primero que deben hacer las empresas es informarse con anticipación y poder encontrar con tiempo alternativas a los sorbetes de plástico.
A muchas les ocurre que lo dejan para el final y, luego, la opción de reemplazo al plástico se demora ya que se debe hacer un análisis completo para encontrar al mejor aliado.
Hay que cumplir con los estándares de calidad, analizar costos, lapso de implementación o desarrollo del producto deseado y tiempo de elaboración.
Por eso es importante anticiparse a contingencias de este tipo. Lo positivo es que, voluntaria u obligatoriamente, cada vez más empresas se suman a estas iniciativas que apuntan a lo mismo: terminar con el plástico de un solo uso.
Opciones a los sorbetes de plástico
En las opciones para sorbetes de plástico hay una buena variedad. Con costos diversos y diferentes niveles de dificultad para su implementación.
- Sorbetes de bambú.
- Sorbetes de acero o aluminio.
- Sorbetes de silicona.
- Sorbetes de papel.
Sorbetes de bambú
La primera son los sorbetes de bambú. Son livianos, reutilizables y no tienen ningún producto químico ni colorante.
Sorbetes de acero o aluminio
Los sorbetes de acero/aluminio son la mejor opción: no son tóxicos, son 100% reciclables y, obviamente, duran más. Además, son fáciles de limpiar e incluso presentan diseños con varios colores para salir del tono metálico habitual.
Sorbetes de silicona
También está la opción de los sorbetes de silicona. Si bien no es un material 100% biodegradable, permite reutilizarse. Además, resiste elevadas temperaturas en frío y caliente, es de larga vida útil y muy recomendable para los niños.
Sorbetes de papel
La opción de los sorbetes de papel presenta dos caras: son resistentes y compostables, pero son de uso único ya que el contacto con la saliva provoca que se pierda la rigidez deseada para usarlo múltiples veces.