La Organización Mundial de la Salud lo suele citar ‘probablemente cancerígeno’ y esta no es la única evidencia de la peligrosidad de este herbicida.
Lo demuestran innumerables trabajos científicos y médicos que también afecta la biodiversidad de los bosques nativos, vuelve impermeable los suelos, puede ocasionar efectos irreversibles en el sistema nervioso, puede causar cáncer, etc.
La agricultura argentina utiliza más de 200.000 toneladas anuales de glifosato y en Brasil un juez federal dictaminó que los nuevos productos que contienen este agrotóxico no podrán registrarse en el país y que los registros existentes se suspenderán dentro de los próximos 30 días, hasta que el gobierno reevalúe su toxicidad.
Se trata de una medida que afecta principalmente a la multinacional Monsanto, adquirida recientemente por Bayer y juzgada por el delito de Ecocidio por un Tribunal Internacional en La Haya, Países Bajos, donde víctimas, testigos, médicos y expertos de todo el mundo incluidos la Argentina expusieron sus testimonios.