La región de Pekín anunció que cerrará este año unas 2.500 empresas contaminantes de pequeño tamaño, en un intento de reducir la polución del aire, que ha obligado a las autoridades a declarar sus primeras dos alertas rojas en diciembre.
Además, la capital China se marcó el objetivo de reducir en 500 mil toneladas anuales el consumo de carbón en los seis distritos del centro de la región.
El objetivo es clausurar todas las calderas alimentadas por carbón en la ciudad para 2020, según informó la agencia oficial Xinhua.