Las investigaciones para combatir el dengue en Argentina nunca frenaron. Desde el extenso brote del verano pasado, se busca que la población esté alerta ante las medidas de prevención y paralelamente, la ciencia hace lo suyo.
A la liberación de mosquitos irradiados para controlar reproducción del Aedes Aegypti, ahora se suman los avances en repelentes. La investigadora mendocina Mariela Maldonado creó un repelente natural para mosquitos en base a los frutos del aguaribay.
Entre otras propiedades, podría espantar al causante del dengue. La docente e investigadora forma parte de la UTN y el CONICET regional Mendoza. La innovación la llevó a cabo junto al equipo de investigación del departamento de Ingeniería Química.
Combatir el dengue en Argentina: cómo funciona el repelente natural
Maldonado explicó a Diario UNO que el Aguaribay (en Mendoza se lo conoce como pimiento) y sus pequeños frutos de color rojo, tienen una gran cantidad de propiedades curativas y beneficiosas para los seres humanos.
En este caso, la investigación se realizó en base a los terpenos del Aguaribay o metabolitos secundarios. Se trata de los componentes que le dan el aroma y sabor característicos a todas las plantas aromáticas y que constituyen la mayor parte del aceite esencial.
Se trata de una especie de mecanismo de defensa de las plantas para protegerse de los factores que le generan estrés. En algunos casos, la sequía, la mayor exposición al sol o al calor.
En esta investigación se utilizaron para destilarlos y crear una sustancia con características de una emulsión o aceite que es la materia prima del repelente.
Al ser ecológico, este repelente no produce ningún tipo de alergias, lo pueden utilizar desde niños pequeños hasta adultos mayores, sin que exista restricción ni contraindicaciones.
Trabajo colaborativo
Maldonado inició su mega proyecto multidisciplinario en 2022, pero, según relató, cuando comenzaba a obtener resultados, el año pasado, se redujeron las líneas de crédito para financiamiento de iniciativas científicas.
Por esto, ideó una forma de concretar el trabajo: la “Red Aguaribay”. Una red de colaboración entre investigadores nacionales e internacionales, que incluye miembros del CONICET, universidades nacionales y el Grupo de Investigaciones Agrobiotecnológicas (GIAB) de la UTN La Plata.
“Si hacía falta realizar ensayos sobre nanopartículas, los realizaban en Córdoba, además sabíamos que en Catamarca había investigaciones acerca de otras plagas. Luego, la UTN de La Plata se interesó en escalar el producto para poder producirlo”, contó Maldonado.
Como resultado, colaboración con el GIAB de La Plata, liderado por el doctor Luis Perego, ha sido fundamental para llevar adelante este proyecto. En breve, el repelente estará disponible bajo receta magistral y en proceso de registro en ANMAT.