Cada vez más personas en el mundo deciden cambiar su alimentación y optar por una dieta vegetariana. En muchos casos debido a ideologías, en otros por cuestiones orgánicas e incluso por sabores y nutrición.
De acuerdo con la Unión Vegetariana Internacional, que promueve los principios del vegetarianismo y genera conciencia sobre los beneficios de una alimentación basada en plantas, los beneficios son múltiples.
Esto aplica tanto para la salud humana, como para el ambiente y los animales.
Por qué seguir una dieta vegetariana
Las motivaciones para adoptar una dieta vegetariana son variadas. Algunas personas lo hacen por razones éticas, como el rechazo al sacrificio y explotación de los animales, mientras que otras lo eligen por motivos ecológicos.
Esto debido al impacto ambiental de la producción de carne. También se encuentran las razones de salud, ya que esta dieta mostró efectos positivos en la prevención de enfermedades crónicas.
Por otra parte, también pueden influir los factores económicos, dado que la producción de alimentos de origen vegetal suele ser más accesible que la de origen animal.
En qué consiste una dieta vegetariana
Los vegetarianos o quienes siguen alimentación basada en plantas, excluyen de su dieta todo tipo de carne, pero dentro de este estilo de alimentación existen diferentes subtipos.
Por un lado, los ovolactovegetarianos incluyen huevos, leche y derivados lácteos. Por su parte, los vegetarianos estrictos o veganos eliminan de su dieta no solo la carne, sino también cualquier producto de origen animal, como los huevos, los lácteos y la miel.
Las personas crudívoras siguen una dieta vegana basada únicamente en alimentos crudos. Mientras que los semi-vegetarianos permiten el consumo ocasional de ciertos tipos de carne, como el pollo o el pescado.
Los flexivegetarianos, por su parte, siguen una dieta predominantemente vegetariana, pero incluyen carnes en pequeñas cantidades.
Cuáles son las fuentes de proteína en una dieta vegetariana
Una de las preocupaciones o inquietudes más habituales antes de iniciarse en el vegetarianismo, tiene que ver con la obtención de suficientes proteínas sin carne. Afortunadamente, existen diversas fuentes vegetales que proporcionan proteínas de calidad, como las legumbres (lentejas, garbanzos), los productos de soja (tofu, tempeh), los frutos secos, las semillas y los cereales integrales.
La clave para obtener todos los aminoácidos esenciales en una dieta vegetariana es combinar diferentes fuentes de proteínas a lo largo del día. Según explicó a Infobae la médica especialista en Medicina Interna y Nutrición y coordinadora del Grupo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Marianela Aguirre Ackermann (MN 151.867), las legumbres y los cereales proporcionan un perfil de aminoácidos completo cuando se consumen en conjunto.
Sin embargo, la absorción de ciertos nutrientes puede ser menos eficiente en una dieta vegetariana debido a la presencia de antinutrientes como los fitatos, que dificultan la absorción de minerales como el hierro y el zinc. La experta de la SAN destacó, en este sentido, que “para mejorar la biodisponibilidad de estos nutrientes, se recomienda remojar y germinar las legumbres y semillas antes de consumirlas, así como acompañar los alimentos ricos en hierro con vitamina C”.
Cuáles son las diferencias con el veganismo
Es importante destacar que, si bien ambos estilos de vida comparten la exclusión de carne, el veganismo como elección, excede a la alimentación. Los vegetarianos consumen productos animales como lácteos y huevos, mientras que las personas veganas rechazan cualquier uso de productos de origen animal.
Esto no solo en la comida, sino también en otros aspectos, como la ropa, los cosméticos y cualquier producto que haya sido probado en animales o que contenga ingredientes derivados de ellos.
