Tiene un gran diseño, excelente tecnología y la razón detrás de su diseño es inspiradora. Abeer Seikaly diseñó esta carpa pensando en los refugiados.
En un mundo donde las guerras y desastres naturales están tan presentes, millones de personas son afectadas y desplazadas de sus hogares y deben comenzar desde cero con las pocas pertenencias que logran rescatar.
Eso es exactamente lo que Seikaly tenía en mente al momento de crear su proyecto al que llamó “Tejiendo un hogar” (Weaving a home), que está formado de una tela o tejido técnico y estructural que se expande y se contrae para otorgarle una mayor movilidad y al mismo tiempo asegura comodidades de la vida contemporánea como el calor, agua, electricidad y espacio de almacenamiento.
La tela fue diseñada en función del clima y está adherida a un plástico firme, comprimido y flexible que se puede abrir para crear agujeros de ventilación o se puede sellar para mantener el calor.
La carpa es una estructura firme que se puede doblar para acarrearla a cualquier lugar, puede recolectar agua de las lluvias y rocío y cargar una batería gracias a la energía solar a través de una tela especializada.