Nike mira hacia el futuro. El fabricante estadounidense de artículos deportivos ha remodelado su centro logístico europeo en Bélgica para contar con unas instalaciones sostenibles con las que espera demostrar el compromiso de la compañía con uno de los principales retos mundiales.
La multinacional ha apostado por la integración de la energía renovable hasta alcanzar el 100 por ciento de su consumo, con especial énfasis en la eólica, solar, geotermal, hidroeléctrica y biomasa. También se han integrado diferentes elementos para minimizar la huella de carbono y reciclar casi la totalidad de los desechos que genera, además de apostar por la luz natural.
Pero no todas las decisiones han seguido la línea de construir nuevas instalaciones, sino también modificar los patrones de funcionamiento de algunos departamentos, como es el caso del transporte. ‘El 99% de los contenedores entrantes llegarán al parque logístico a través del agua, no por carretera, con el ahorro de 14.000 viajes de camiones al año’, ha argumentado la compañía.
Con motivo de las nuevas instalaciones, que emplean a 3 mil personas, el director de operaciones de Nike, Eric Spunk, ha explicado que ‘a nivel global, Nike transporta más de mil millones de unidades de calzado, prendas y equipamiento cada año, lo que exige una cadena logística ágil, duradera e innovadora’.
Nike facturó 1.964 millones de dólares (1.796 millones de euros) en los primeros seis meses de su ejercicio fiscal, que va de junio de 2015 al mismo mes de 2016. Su beneficio neto se incrementó en este tramo un 21 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, cuando obtuvo 1.617 millones de dólares (1.478 millones de euros).
