La transición ecológica no solamente implica costos y necesarias modificaciones de estructuras y prácticas, sino que representa una enorme oportunidad en materia de inversión, empleo, desarrollo e innovación tecnológica.
La crisis ambiental que enfrenta la humanidad, cuyo más agudo emergente es la emergencia climática, requiere que la sociedad global lleve a cabo una profunda transición ecológica de su orden económico, con el objeto de hacerlo compatible con los fundamentos naturales de nuestra existencia. La alternativa es un esperable colapso civilizatorio en las próximas décadas.
Distintos países llevan a cabo acciones en materia de transición ecológica en múltiples frentes, en especial el de la generación energética, hacia el desarrollo de energías renovables. Desde luego que el desempeño de las distintas naciones es desigual y en cualquier caso queda mucho por hacer: hay que apurar el paso.
Desde luego, no tienen la misma responsabilidad en la crisis ambiental: los países desarrollados, por antecedentes y por disponibilidad de recursos, tiene una responsabilidad mayor. Asimismo, deben proveer a los países en desarrollo de la ayuda financiera oportunamente comprometida, y que se ha cumplido solamente en una muy pequeña parte.
Ello no obsta a que todas las naciones tienen responsabilidad, aún cuando sea “común pero diferenciada”, como reza el principio, en llevar a cabo acciones para la transición ecológica. Y es fundamental tener en cuenta que dicha transición no solamente implica costos y necesarias modificaciones de estructuras y prácticas, sino que representa una enorme oportunidad en materia de inversión, empleo, desarrollo e innovación tecnológica.
La Argentina tiene un desempeño ciertamente decepcionante en materia ambiental. A pesar de la sanción de múltiples leyes, las acciones en materia de transición ecológica son aisladas, intermitentes e insuficientes. Ni la opinión pública ni la dirigencia tienen el tema en el centro de sus preocupaciones.
Es fundamental que lo hagamos mejor. Debemos estar a la altura del desafío.
Un grupo de especialistas, dedicados a distintos aspectos de la cuestión ambiental, publicaron un documento titulado “La Agenda Pendiente en Materia Ambiental” (agendapendiente.net). En él se hace un llamamiento a la sociedad, y en especial a su dirigencia en sentido amplio, para que se incorporen los temas ambientales como factor estratégico en la discusión pública, de modo de, a la vez, enfrentar los serios problemas y aprovechar las enormes oportunidades que se relacionan con la transición ecológica.
De lo contrario, nuestro país perderá una vez más, otra oportunidad histórica, y se habrá incumplido el compromiso para con las generaciones actuales y venideras.