Para los perros ingresar en una perrera es prácticamente firmar una sentencia de muerte. De acuerdo a los informe de la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), aproximadamente tres millones de estos animales son sacrificados en EE.UU por medio de la eutanasia.
Ante esta situación, Paul Steklenski salió a hacer la diferencia y desde su lugar pelea por la vida de los animales. El hombre es veterano de guerra y actualmente se encuentra jubilado. Mientras descubrió que su pasión era volar se le ocurrió una idea y unió su reciente experiencia como piloto para ayudar a los perros ,su otro gran amor.
Este ex combatiente fundó en 2015 su propia ONG llamada Flying Fur Animal Rescue. A bordo de un avión que acondicionó para salvar perros de las perreras, viaja mensualmente desde Pensilvania hacia otros estados en busca de animales que pueden ser adoptados pero que habían quedado confinados en estas perreras.
“A muchos pilotos les gusta volar a restaurantes o lugares agradables y eso es genial, pero yo tuve que tener una razón diferente para hacerlo. Ver a los perros en el refugio fue desgarrador. Fue horrible pensar que había tantos animales siendo sacrificados porque estaban atrapados en un área determinada”, escribió en su cuenta de Facebook.
Paul demostró ser una persona con vocación y manifestó la conexión que tiene con la especie canina: “Soy parte de ellos. Lo veo, lo experimento. Puedo recordar cada vuelo como si acabara de suceder. Es agridulce en el sentido de que tenés que pasar unas dos horas con ellos, y empiezo a vincularme un poco pero luego tienen que seguir“.
Steklenski publica mensualmente imágenes de los rescates que va realizando todos los meses y muchas de ellas se hicieron virales. Solamente en su cuenta de Instagram cuenta con 29.000 seguidores, quienes además son su gran motor financiero porque a través de las donaciones y adopciones el avión sigue funcionando para rescatar a los animales.