El confinamiento por la pandemia provocó que permaneciéramos más tiempo en casa y aprovecháramos mejor el espacio.
Seguramente, tengas zonas del hogar que no estés utilizando al máximo. Las casas o edificios con vegetación en el tejado comenzaron a principios de la década pasada y cada vez son más los vecinos que se animan a colocar esta nueva forma de vegetación casera, que no solo se trata puramente de una cuestión estética, sino para favorecer la salud humana, beneficiar el medio ambiente y la configuración sostenible urbana.
El techo verde, o también conocido como tejado ajardinado, ecológico o fenómeno greening, consiste en incorporar en el techo de un edificio o casa vegetación. Se utilizaba en la antigüedad por los vikingos, y en la actualidad sigue una costumbre muy arraigada en los países nórdicos, Alemania y Países Bajos. También es tenido en cuenta en las nuevas construcciones de viviendas de ámbito privado, y forma parte de Estrategia de Infraestructuras Verdes de la Unión Europea en la construcción y reformas de edificios.
Beneficios de los tejados verdes
Las ventajas de un tejado verde son sorprendentes, no solo a nivel estético sino en cuestiones de salud, de reducción de la contaminación del aire en las ciudades y en el ahorro económico del consumidor.
- Menos contaminación ambiental y combate el cambio climático. Si Madrid tuviera un 6% de su tejado “verde”, entre edificios de oficinas y bloques de viviendas, se eliminarían 30 toneladas de partículas contaminantes suspendidas en el aire.
- Controla la temperatura y ahorra energía de las casas. Con la colocación de un techo verde en el hogar se ahorraría un 25% de consumo en el aire acondicionado y hasta un 50% en la calefacción, ya que mantiene mejor el calor en el interior de la vivienda. Estos datos son una estimación, pero mejoraría sustancialmente si fuera una “casa pasiva”, es decir, una vivienda construida de tal forma para tener el menor gasto posible en energía.
- Fomento de la biodiversidad urbana, ya que es el hábitat de muchas especies de pájaros e invertebrados. También son espacios, sobre todo en bloques de viviendas y oficinas, para la instalación de huertas urbanas y así fomentar la dieta saludable.
- Reducción del ruido. La Unión Europea se ha interesado por este fenómeno para reducir el ruido que proviene del tráfico o de otros agentes, ya que el ruido disminuye a 8 decibeles por cada zona de techo verde construida. También ocurre lo mismo con los jardines verticales en las paredes.
- Mejor gestión del agua de las lluvias en las ciudades. Los problemas de inundaciones por emplazamientos del agua fluvial es una realidad, que dejan daños materiales y pérdidas económicas. Las plantas tienen una resistencia satisfactoria a la lluvia y, gracias a ello, se puede construir instalaciones para la gestión del agua en la vía pública, destacando al techo verde como punto de partida.
Cómo hacer un tejado verde
Para crear un techo verde en tu vivienda o en la oficina, tendrías que ponerte en contacto con una empresa especializada, que tendrá que estudiar tu tejado. En esta línea de actuación es conveniente saber que no es recomendable construir un techo verde en una pendiente mayor a 10 grados. Por otro lado, tendrás que comprobar que el techo aguanta el peso de entre 60 y 150 kilos para la siembra de plantas; deberás evitar los monocultivos, dando prioridad a las plantas de auto mantenimiento o de riego escaso. Principalmente, asegúrate que los materiales para albergar el techo verde son de calidad y no contaminantes, para sacar el máximo partido a tu tejado y contribuir al bien común.