La organización ecologista pidió eliminar miles de diques y presas en desuso que se encuentran en Europa para lograr la recuperación de la flora y fauna en los ríos y su entorno natural, como también para mejorar la calidad del agua.
En Europa hay una barrera por cada kilómetro de ríos, de los cuales muchos son diques pequeños que tienen un profundo impacto ambiental.
Miles de pequeños diques y barreras ya no están operativos, pero todavía siguen en pie, logrando bloquear las migraciones de los peces, frenando el flujo de sedimentos, nutrientes.
En España, Francia, Polonia y el Reino Unido hay cerca de 30.000 diques pequeños que ahora se encuentran obsoletos.
Estos diques fueron esenciales para el desarrollo, y los que ya no están en uso deberían eliminarse, una opción excelente para permitir la recuperar la fauna.
Se calcula que hasta ahora fueron retiradas entre 4.000 y 5.000 de estas barreras, con Francia y Suecia a la cabeza, y representa todo un éxito ambiental.