Greenpeace instó al Gobierno de China a llevar a cabo políticas de evaluación y prevención ante el deshielo de los glaciares que se está produciendo en la región y que podría traer graves consecuencias medioambientales.
En el informe ‘Los glaciares de China y el impacto del cambio climático’, Greenpeace alertó que de que estas masas heladas, que suministran agua a unos 1.800 millones de personas, se están derritiendo rápidamente y de que una quinta parte de la zona de glaciares en el país ya ha desaparecido.
Por ello, la organización sugirió al Ejecutivo de Pekín que mejore las evaluaciones de riesgo a largo plazo y la planificación de la adaptación estratégica ante la subida de la temperatura global, que provocará el derretimiento de estas masas.
Además, recomienda que se establezcan sistemas de alerta temprana en ubicaciones que estén en alto riesgo de inundaciones, que ponga en marcha políticas de gestión sostenible del agua y que mejore “con urgencia” los objetivos climáticos de 2030 de China, incluida una mayor reducción de las emisiones de carbono.