La moda sustentable es una tendencia que pretende dañar lo menos posible el planeta y mejorar la calidad de vida de los que trabajan en la industria. No se trata de dejar de comprar sino de aprender a hacerlo mejor.
Estudios como ‘Puntadas tóxicas: el oscuro secreto de la moda’, realizado por Greenpeace Internacional, demuestran situaciones alarmantes por contaminación en la fabricación de ropa.
Así, se encontraron residuos tóxicos en prendas —que podrían ocasionarte desde reacciones alérgicas hasta cáncer— e índices crecientes de subempleo, sin contar los experimentos con animales y el uso indiscriminado de recursos. Pareciera a veces que vestirse bien contamina tanto como manejar una Hummer.
Marcas importantes como H&M, Levi’s, Nike, Adidas, Zara, American Apparel, Timberland o Gucci están basando sus procesos en la responsabilidad social y evitando los químicos en la siembra de la materia prima. Por eso elaboran sus prendas con algodón orgánico, aquel que se cultiva en suelos libres de pesticidas, fertilizantes y otras sustancias tóxicas.
Otras empresas han implementado la tecnología ‘waterless’, aquella que emplea menor cantidad de agua para los lavados; usan materiales alternativos para la confección de prendas (fibra de bambú, polar, papel y otros más) y crean ropa tecnológica (de diseño multiuso, con alta durabilidad).
Además procuran usar lana animal responsablemente, crear puestos de trabajo, contar con condiciones laborales dignas para sus trabajadores y cooperar en el desarrollo de las comunidades.