El sector de la movilidad eléctrica en España está generando una transformación profunda en el mercado laboral. Según el primer estudio elaborado por Worldwide Recruitment Energy (WRE), se estima que para 2030 podrían crearse más de 550.000 empleos ligados a esta industria, marcada por la sostenibilidad, la innovación y la transición energética.
Actualmente, el sector genera unos 4.500 millones de euros anuales, combinando la venta de vehículos eléctricos y el desarrollo de infraestructuras de recarga. Esta cifra coloca a España en una fase de consolidación dentro del mercado global, donde el vehículo eléctrico ya representa un 15% de las ventas, y un 12% en el caso español.
Uno de los retos principales identificados es la escasez de perfiles cualificados. Se requerirán al menos 165.000 trabajadores especializados, en áreas como instalación eléctrica, ingeniería y desarrollo de baterías. El 60% de las empresas del sector prevé aumentar plantilla en los próximos 12 meses.
No obstante, aún existen frenos. El 73% de los profesionales consultados señala como principales barreras la baja autonomía de los vehículos, los tiempos de carga prolongados y la falta de una red de recarga eficiente. Estos desafíos técnicos limitan la adopción masiva del vehículo eléctrico.

Oportunidad ecológica y reestructuración laboral
La movilidad eléctrica no solo ofrece una vía más limpia para el transporte, sino que también está transformando el panorama laboral. Se prevé un fuerte trasvase de trabajadores del sector de combustión hacia industrias energéticas y de infraestructuras sostenibles. Esto implicará una reorientación profesional y formación específica.
Por ejemplo, el reciclaje de baterías podría aumentar un 20% el empleo en ese subsector, mientras que el despliegue de puntos de recarga demandará 17.000 nuevos trabajadores. Las cadenas de valor relacionadas con las baterías podrían generar 8.000 puestos adicionales.
En cuanto a perfiles, predominan los ingenieros, instaladores eléctricos y técnicos con habilidades comerciales. A pesar de la demanda, solo el 4% de los profesionales actuales son técnicos instaladores, lo que evidencia una brecha de talento urgente por cubrir.
Aunque las matriculaciones de vehículos eléctricos se ralentizaron en 2024, el impulso ecológico del sector sigue firme. España tiene la oportunidad de liderar una transición que no solo reduzca emisiones, sino que también revitalice el empleo en clave sostenible.

Líderes globales en movilidad eléctrica
China encabeza el desarrollo de la movilidad eléctrica a nivel mundial. Con millones de autos eléctricos en circulación y una vasta red de carga, el país asiático impulsa su producción con marcas como BYD y NIO, y políticas gubernamentales favorables.
Noruega se destaca por su alta adopción per cápita de vehículos eléctricos. Más del 80% de los autos nuevos vendidos en el país son eléctricos, gracias a exenciones fiscales, peajes gratuitos y una infraestructura de carga muy desarrollada.
Alemania, como potencia automotriz, apostó fuertemente por la transición eléctrica. Marcas como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz invierten miles de millones en modelos eléctricos y estaciones de carga dentro y fuera del país.
Estados Unidos también avanza, especialmente con Tesla liderando el mercado. El gobierno promueve incentivos para la compra de vehículos eléctricos y la expansión de la red de carga, con un enfoque renovado bajo la administración actual.