Las universidades están asumiendo un papel clave frente a la crisis climática al incorporar la sustentabilidad en su vida cotidiana. Más allá de formar profesionales, estos centros educativos se están convirtiendo en plataformas activas para la transformación ambiental.
En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), instituciones mexicanas trabajan en integrar la perspectiva ecológica en sus planes de estudio, prácticas administrativas y decisiones operativas.
La meta es que el impacto ambiental sea un criterio esencial en el funcionamiento universitario. Esto abarca desde el diseño curricular hasta el consumo de recursos, con el fin de generar conciencia en cada parte de la comunidad académica.
El Tecnológico de Monterrey, Colegio de Jalisco y la Universidad Veracruzana participan en esta estrategia internacional, que promueve una educación superior comprometida con la conservación de la biodiversidad.

Pequeños cambios, grandes transformaciones
Estas universidades forman parte de una red de más de 700 instituciones en más de 100 países que trabajan para incluir la naturaleza en la gestión de campus, cadenas de suministro y comunidades locales.
El enfoque busca aprovechar el momento de transición que viven los estudiantes al ingresar a la universidad. Cambios en la rutina, el entorno y hasta la alimentación abren la puerta a nuevas prácticas más sostenibles.
Entre las acciones promovidas están el reciclaje, la reducción de residuos, el uso consciente de recursos y la priorización de opciones alimentarias de bajo impacto ambiental.
Estas medidas, aunque pequeñas, pueden tener un efecto multiplicador. Al ser adoptadas por la comunidad educativa, se trasladan a otros ámbitos de la vida diaria, fomentando una cultura de sostenibilidad más allá del aula.

Universidades verdes: centros educativos con compromiso ambiental
Las universidades verdes son instituciones de educación superior que integran la sostenibilidad ambiental en su gestión, enseñanza, investigación y extensión. Su enfoque va más allá del reciclaje o la eficiencia energética: buscan formar profesionales conscientes del impacto ecológico y promover prácticas responsables dentro y fuera del campus.
Estas universidades adoptan medidas como reducir emisiones, gestionar residuos, implementar energías renovables, conservar biodiversidad y fomentar la movilidad sustentable. También rediseñan sus planes de estudio para incluir temas sobre cambio climático, conservación y economía circular.
Además de México, donde destacan instituciones como la Universidad Veracruzana y el Tecnológico de Monterrey, las universidades verdes se extendieron a países como Alemania, Canadá, Suecia, Australia y Japón. En estos lugares, la sostenibilidad académica es parte de políticas nacionales de educación ambiental.
Redes internacionales como la Green University Network o International Sustainable Campus Network impulsan el intercambio de experiencias y estándares globales. Así, las universidades verdes se consolidan como agentes clave para la transición hacia sociedades más sostenibles.