Microsoft se encuentra trabajando en potentes infraestructuras que requieren un gran consumo de energía y un gran desembolso económico para su creación.
La empresa afincada en Redmond ha apostado por centros de datos situados bajo el agua, pero para esta propuesta han apostado por una solución distinta. Se trata de implantar sus futuros centros de datos o al menos, algunos de ellos, en un país europeo, en Suecia para ser más exactos.
Microsoft quiere construir estos nuevos centros de datos en Gävle y Sandviken, unos centros de datos que llegan con el objetivo de alimentar los cada vez más requerimientos de consumo para el almacenamiento en la nube, una infraestructura de la que cada vez ‘tiran’ más servicios y aplicaciones.
Siguiendo además la línea a la que se han acogido tanto Microsoft como otras empresas (Apple, Facebook, Amazon…), estos centros de datos buscan lograr un buen equilibrio entre consumo y potencia generada, por lo que los nuevos centros de datos estarían entre los más sostenibles del mundo.
No es la primera vez que en Microsoft apuestan por las energías renovables. Ya en 2017, Microsoft compró el 100% de la energía eólica generada en un parque eólico de 180 megavatios adyacente a las operaciones de su centro de datos local en los Países Bajos.
Microsoft quiere seguir apostando por lograr una emisión cero en cuanto a las emisiones de carbono, algo que lleva buscando desde 2012 y en este sentido la compañía apuesta por utilizar fuentes renovables: eólica, solar e hidroeléctrica. A principios de este año, el presidente de Microsoft, Brad Smith, confirmó que, para fines de este año, la compañía alcanzará su objetivo de alimentar sus centros de datos con un 60% de energía renovable y apuntará a alcanzar un 70% de energía renovable para 2023, en el camino hacia 100% de eficiencia.