Luego de una gran expectativa de vecinos y proteccionistas, quedó aprobada la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre en Ituzaingó.
El municipio se convierte así en el primero de la zona Oeste del Gran Buenos Aires en impedir que los caballos sigan tirando de los carros y el cambio viene acompañado de nuevas alternativas de vehículos para los trabajadores.
El pedido venía hace meses y hasta octubre los vecinos, junto con organizaciones proteccionistas, juntaban firmas para que se hiciera realidad esta ordenanza, que surge a partir del modelo presentado por la red de Buenos Aires sin TAS,
La nueva norma prohíbe la tracción a sangre a partir del 1° de enero, esperando así también un cambio en las condiciones de los trabajadores que los utilizan hasta ahora.
“No es solo proteger a los caballos, sino también ayudar a esos ciudadanos y ciudadanas que han sido postergados por un sistema que los excluye y a los que no se les posibilita otra alternativa de trabajo“, explicó el Jefe de Gabinete municipal, Pablo Descalzo.
Con la prohibición se da el principal paso de un esquema de planificación que comenzó con el análisis de la situación de estos trabajadores. A partir de ese relevamiento se encontró como solución sustituir a los animales por vehículos.
Parea acceder a la nueva herramienta de trabajo, los recolectores podrán acordar un comodato con el municipio, recibir un subsidio o canjear el carro precario o el caballo que tienen, con un reconocimiento total o parcial del costo del vehículo que reciben.
A pedal o con motor
Los vehículos pueden ser zootropos, vehículos motorizados a combustión, eléctricos, híbridos o triciclos a pedal, según lo que resulte más conveniente, “La idea es fomentar ser alternativas sustentables y mas seguras”, explicaron en la Comuna.
El Programa que surgió bajo el lema “más conciencia, mayor inclusión”, también tiene por objetivo mejorar las condiciones laborales de los recuperadores urbanos. Es por esto que la idea es llevar a cabo un trabajo articulado para establecer un padrón de los recuperadores con el fin de que todos puedan acceder al transporte alternativo y no tener periodos sin trabajar.
“Buscamos sacar de la exclusión al que está fuera del sistema, pero para incluir, hay que integrar, le estamos tratando de ofrecer más oportunidades”, agregó Descalzo para aclarar que quienes no cumplan con la ley no serán penales monetariamente, sino que se procederá a una sanción que constará del decomiso del carro y del caballo que pasará a ser cuidado por las asociaciones y fundaciones proteccionistas.
El control para que se cumpla la prohibición será llevado a cabo por las fuerzas de seguridad que se ubican en distintos puntos del partido, también se le dio aviso a las fiscalías, que van a intervenir en función de hacer cumplir la ley 24.346, que es la ley que protege a los animales y trabajará el área de Dirección de ambiente que colaborarán con la fiscalización.
A partir de la creación de este programa, los recuperadores urbanos no solo tendrán el acceso a una herramienta que les permite trabajar de manera más segura, sino que se garantiza una preocupación generalizada que es la seguridad vial.
“Es un logro que viene de la mano de una reconversión. Eso significa que no es solamente prohibir la tracción a sangre, sino también ayudarlos para que ellos puedan salir a trabajar dignamente ya que los chicos no estén más en la calle y si escolarizados” , manifestó Claudia Favano, integrante de Rescatistas Unidos Zona Oeste y de Buenos Aires sin “Tracción a Sangre”.
Desde el grupo explicaron que los caballos de carro no paran ni a comer ni a tomar agua, por eso se desploman muchas veces en la vía pública, además que una gran mayoría son yeguas a punto de parir. Aparte, existe falta de control porque son robados, lo que lleva a que trabajen desmedidamente y durante jornadas que no pueden resistir.
Desde la organización denuncian a chatarrerías, a las cuales señalan como la base de todo el círculo de desprotección y explotación. A los trabajadores se les paga muy poco y a su vez, también en ocasiones se les descuenta el alquiler del caballo y el carro.
“Desde las organizaciones hacemos un panorama de la cantidad de caballos que se levantan y hoy en la Provincia de Buenos Aires, encontramos mínimo 10 caballos muertos por día”, asegura Favano, y a ellos se suman los caballos que fallecen debido a accidentes o por otros motivos y que no son encontrados por los proteccionistas.
A partir de la decisión de Ituzaingó, se espera que otros municipios sigan la misma línea, ya que prohibir la tracción es una ordenanza que se propuso en los 135 municipios y consideran que el cambio de paradigma de la gente, la cual empezó a tomar consciencia del sufrimiento animal, se pueda llegar a prohibir en mas lugares.