Desde hace un tiempo, la industria de la moda y la ecología buscan forjar un camino junto. Un ejemplo de esto es Lee So-yeon, antes compradora compulsiva, que se convirtió en activista climática tras una reveladora compra de un abrigo de 1,50 dólares. Impactada por la realidad de la moda rápida, investigó su impacto ambiental y social, y decidió no comprar más ropa nueva.
Desde hace seis años, su armario se compone de prendas de segunda mano, heredadas o intercambiadas. Ahora promueve la reutilización de ropa, organiza intercambios y ha escrito un libro sobre la importancia de valorar las prendas por su historia.
Lee forma parte de un creciente movimiento que desafía el consumismo en la moda y aboga por alternativas sostenibles, como el intercambio y la ropa de segunda mano, concientizando a las personas sobre la importancia del ciclo de consumo excesivo.
De hecho, Corea del Sur se convirtió en el quinto mayor exportador de ropa usada del mundo. Incluso, muchos activistas del país asiático aseguran que muchas prendas terminan en la basura, en especial en países en desarrollo que no cuentan con la capacidad para procesarlas.

La industria de la moda, una de las más contaminantes
De acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial, la industria de la moda global representa hasta el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que la convierte en una de las más contaminantes.
Esto se debe a que la mayoría de la ropa moderna está fabricada con materiales sintéticos como el poliéster y el nylon, que son esencialmente plástico que no cuentan con la capacidad de biodegradarse, acumulándose en basurales y vertederos.

El impacto ambiental de esta industria
La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta. Su impacto en el medio ambiente se debe a:
- Emisiones de gases de efecto invernadero: La industria de la moda es responsable de entre el 2% y el 4% de las emisiones globales de carbono. A su vez, la moda rápida, o “fast fashion”, contribuye al 10% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial. Además, el impacto climático de la industria de la confección se espera que aumente un 49% para 2030.
- Uso de agua: se estima que la industria textil utiliza 93 mil millones de metros cúbicos de agua cada año, suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas. De hecho, para producir una sola remera de algodón se necesitan 2.700 litros de agua, lo que equivale a lo que bebe una persona en 2 años y medio.
- Generación de desechos: Cada año, el sector de la moda arroja medio millón de toneladas de microfibra al mar, sin mencionar que los desechos textiles no se pueden compostar, incluso si han sido manufacturados con materiales naturales. Por otra parte, la incineración de las ropas puede liberar toxinas en el aire, aumentando la contaminación ambiental.
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