Una cooperativa desarrolla con éxito abono agroecológico

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Productores de la Cooperativa de trabajo “Los Tatitos” experimentan con éxito la producción de abono agroecológico y bioinsumos. Destacan que el “bocachi” que fabrican tuvo buenos resultados y su demanda crece. Lo hacen con apoyo de la Fundación Nueva Gestión que los acompaña con proyectos y haciendo gestiones; y con el Inta avanzan en el control de calidad y estudio de suelos para corroborar el impacto que en la práctica ya ven los productores.

“Esto fue un desafío, hacer que los productores tengan otra manera de producir, que dejen lo que venían haciendo hace mucho tiempo y empezar con la agroecología. También lleva esto el alto costo de los químicos, los insumos que venían usando, que llevó a que accedieran”, explicó Mirta Ramos, presidenta de la Cooperativa de Trabajo y Comercialización “Los Tatitos”.

La cooperativa viene trabajando desde el año 2012 en la comercialización de productos andinos, papa y quinua, y fueron avanzando en la tarea con los productores de Valles. Actualmente trabajan con productores de esa zona y desde el año pasado sumaron a la Quebrada en proyectos agroecológicos. Se trata de productores de El Perchel, Perico, Finca el Pongo, Las Pampitas, El Cadillal, Aguas Calientes, Puesto Viejo y de El Carmen.

Planteó que el desafío está en los terrenos que ya fueron usados para el cultivo del tabaco, que aseguró tienen historial en el uso de agroquímicos, por lo que trabajan con estudios de suelo para determinar las condiciones en la que se encuentra; ya que consideran que puede estar mejor donde hubo horticultura, mientras si se trata de soja y poroto, lleva más tiempo por sus residuos.

En tanto, Elsa Pereyra, presidenta de la Fundación Nueva Gestión, explicó que al tratarse de un rol de vinculación tecnológica, trabajan en facilitar la gestión de los proyectos pero éstos al tener un tiempo, meses e incluso un año, trabajan para que no sean planteados por cortos lapsos debido a que para recuperar suelos les lleva al menos tres años, por ejemplo si aplican bocachi.

Ese tiempo requiere para lograr un suelo con mejor textura, capacidad de absorción de nutrientes y un mejor manejo del cultivo. “Formulamos, planteamos, gestionamos los recursos”, dijo y recordó que si bien llevan tres décadas de funcionamiento como organismo de vinculación tecnológica comenzaron en 2008, y también trabajan buscando mejorar la situación laboral de los pequeños productores.

El apoyo de diversas organizaciones

Al tratarse de pequeños productores, alrededor de 2000, recurren a organismos científicos y tecnológicos como la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), y el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (Inta), de modo que trabajan los procesos a largo plazo y en el seguimiento del suelo o semilla, no solo a nivel científico técnico sino económico.

La idea es que el cambio sea sostenible en el tiempo y entiende que el productor quiere ver resultados y poder vender su producción al mejor precio posible. Planteó que en el caso del abono agroecológico que se produce, no es un fertilizante como la urea que además suele generar dependencia y se importa, estuvo afectada por la guerra y tuvo obstáculos de importaciones.

Planteó que al ser pequeños productores muchos no tienen tierras, con lo cual alquilan algunas hectáreas y algunos procesos llevan tiempo. Para este sector, recordó que se fueron a capacitar debido a que es un bioinsumo que se introdujo de Japón, por lo que lo que se hace es con insumos del lugar.

En el caso del abono agroecológico, Ramos, de la cooperativa “Los Tatitos”, explicó que es un abono orgánico con base en fermentos, que se elabora en quince días, un ciclo corto a diferencia del compost que dura meses, por lo que los productores lo incorporaron. Incluye materia orgánica seca, usan restos de cosecha, de choclo, plantas de tomate, pasto seco, tierra virgen, carbonilla, afrecho en lugar de afrecho, melaza o azúcar, levadura, leche y agua.

Lo hacen en un lugar cubierto, los primeros cinco días se dan se revuelve dos veces al día por lo que levanta temperatura hasta 70º, deben cuidar que no se queme, y luego baja la temperatura y desde el día 12, si bajó se puede usar en los cultivos.

“Hasta ahora tenemos 35 productores, pero se siguen sumando, entre ellos frutilleros, floricultores en Las Pampitas, y productores de durazno, de citrus”, precisó Ramos. Consideró que si bien se siguen aplicando más agroquímicos se dañan los suelos, por lo que con el bocachi se permite mejorar el suelo, que esté más nutrida y recuperar los suelos y abaratar los costos de producción. Aseguró que los productores se entusiasmaron, y si hay excedente lo venden a otros productores porque ya hay demanda en un viñedo.

Tiene buena productividad

Explicaron que con la aplicación del abono agroecológico, bocachi, la productividad de los cultivos es buena y tiene una buena imagen. Precisaron que las plantas son sanas y tienen mayor duración desde la cosecha, comprobado por el proceso de traslado ya que venden su producción a Córdoba y Santiago del Estero.

Por otro, lado aspiran a que se les aprueben un proyecto para lograr la mecanización del “volteo”, aumentar la cantidad de productores y esperan el control del producto, de modo que se analice la calidad del bocachi, mejorar las condiciones en las que se produce, además en el seguimiento y estudio del suelo para lo cual tienen dos proyectos preaprobados. Incluye el packaging con miras a comercializarlo. Ramos explicó que hay un productor tabacalero que también lo está probando, por lo que esperan los resultados de la aplicación del bocachi que ellos producen.

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