China logró avances significativos y muy visibles en materia de transición energética. Transforma sus techos en centrales eléctricas de energía limpia, en tiempo récord.
Instalaron 36 gigavatios (GW) de capacidad solar durante el primer trimestre de 2025. Este ritmo supera ampliamente a la Unión Europea, que instaló 65,5 GW en todo 2024.
Techos como centrales eléctricas: los avances de China
La estrategia de China se centra en aprovechar los techos de edificios industriales, comerciales y residenciales para instalar paneles solares. Este enfoque, conocido como energía solar distribuida, permite una integración más rápida y eficiente de la energía renovable en la red eléctrica.

Es decir que, la nación no solo lidera la transición energética a nivel global, sino que está cambiando los ritmos habituales a los que puede ocurrir.
China finaliza ahora su XIV Plan Quinquenal, la normativa de la Administración Nacional de Energía (NEA), vigente desde mayo. Creó una carrera contrarreloj para instalar paneles antes del corte regulatorio.
Para esto hubo incentivos al autoconsumo, restricciones de acceso a la red, y la liberalización del comercio de certificados verdes.
Cabe aclarar, sin embargo, puertas adentro, no fue homogeneo. Las provincias con mayor flexibilidad normativa, como Jiangsu y Guangdong, dispararon la fotovoltaica sobre techos. Otras, como Mongolia Interior o Jilin, restringieron tanto el autoconsumo que apenas contribuyeron.
Los puntos centrales del trabajo del país asiático
El rápido crecimiento de la energía solar en China se debe a varios factores:
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Incentivos al autoconsumo: Subsidios y políticas favorables que fomentan la instalación de paneles solares en tejados.
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Restricciones de acceso a la red: Normativas que priorizan el uso de energía generada localmente.
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Liberalización del comercio de certificados verdes: facilita el intercambio y comercialización de energía renovable.
El plan para cultivar bajo los paneles solares flotantes pepinos de mar
Los avances del gigante asiático en materia de renovables no se limitan al plano terrestre. También está innovando en el cultivo bajo paneles solares flotantes, y ha encontrado la especie idónea: los pepinos de mar (Apostichopus japonicus).
La energía solar fotovoltaica se combina con la acuicultura en un enfoque denominado acuavoltáica, desarrollado en China. Esta técnica integra la generación de energía renovable con el cultivo de pepinos de mar, aportando beneficios tanto ambientales como económicos.

Los pepinos de mar son invertebrados marinos emparentados con las estrellas de mar y los erizos, poseen cuerpos alargados y habitan en fondos oceánicos.
En China, son un ingrediente valioso en la gastronomía y la medicina tradicional. Sin embargo, su cultivo enfrenta retos como las altas temperaturas del agua, que pueden causar mortalidad masiva o inducir estivación (hibernación estival), ralentizando su crecimiento.