El Solar Impulse, el primer avión que ha logrado volar de forma fiable únicamente con la energía solar, ha pasado una etapa crucial al realizar uno de sus pilotos un vuelo de 72 horas ininterrumpidas, en una simulación de la vuelta al mundo que se prepara para 2015 sin una gota de carburante.
En tres días o 72 horas continuas, el suizo Bertrand Piccard, fundador y presidente del proyecto, y uno de los dos pilotos de este avión único en el mundo, superó el desafío mental y físico que representa estar al mando de un vuelo tan prolongado.
El otro piloto de la aeronave solar, André Borschberg, cumplió el año pasado el mismo objetivo en una travesía virtual sobre el Atlántico, posible gracias a una modelización informática realizada por un equipo de ingenieros.
“Esta experiencia ha representado un entrenamiento de importancia fundamental para la vuelta al mundo, pero al mismo tiempo ha sido extremadamente difícil”, declaró Bertrand a su salida del simulador donde había pasado tres días enteros.
La prueba tuvo lugar en Dubendorf, en la periferia de Zúrich, donde el nuevo modelo del avión solar, que dará la vuelta al globo terráqueo, está en construcción. Piccard fue sometido a una larga serie de pruebas, supervisadas por especialistas, para evaluar las cuestiones relativas al cansancio, la ergonomía de la cabina de pilotaje, la alimentación, la utilización de sanitarios y la capacidad para mantenerse vigilante.
Asimismo, se midió la posibilidad de realizar ejercicios para prevenir la trombosis, así como la aptitud para pilotar con una importante falta de sueño.
Para superar todas estas pruebas, el piloto utilizó métodos de autohipnosis que le permitieron mantenerse alerta, gestionar la fatiga y las ganas de dormir, así como los cambios de presión y temperatura.
Así, Piccard efectúo trances hipnóticos para estimularse, dormirse o despertarse rápidamente, gracias a lo cual en 72 horas realizó 35 periodos de descanso de 20 minutos.
Entretanto, investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) siguieron el estado psicológico del piloto gracias a soluciones que normalmente sólo se utilizan en laboratorios.
Sobre el avance en la construcción del nuevo Solar Impulse, Borschberg ha explicado que éste va quedando listo y que entre sus mayores innovaciones estará la de tener “una autonomía casi infinita” y que ahora se trata en conseguir que el piloto sea tan “duradero” como el avión.