Los aerogeneradores del futuro no tendrán aspas: serán bloques con aletas

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“No giramos, oscilamos”. Así, con un eslogan sencillo pero directo y eficaz, presenta Katrick Technologies el invento con el que quiere dar una vuelta de tuerca al aprovechamiento de la energía del viento: en vez de utilizar grandes molinos con palas de decenas de metros o aerogeneradores que se alzan a más de 200 m del suelo, esta startup escocesa ha optado por conductos dotados de pequeñas aletas que se mueven con las ráfagas de aire.

No es la opción al uso, pero sus creadores defienden que el modelo, bautizado Wind Panel, presenta una serie de ventajas que lo hacen especialmente interesante en determinados contextos.

Por lo pronto, sus responsables hablan ya de un impacto mínimo en el medio ambiente y a nivel visual, un coste más reducido e incluso de su alta eficiencia.

No digas molino, di Wind Panel. Así es como Katrick Technologies ha bautizado su prototipo eólico, un sistema que se diferencia de los aerogeneradores tradicionales tanto a nivel visual como, sobre todo, en su propio funcionamiento: en vez de usar rotores que se elevan a grandes alturas y enormes palas para captar la fuerza del viento, sus dispositivos incorporan una especie de aletas, “perfiles aerodinámicos oscilantes” que captan la energía de las rachas de baja altura.

La clave de su diseño no está por lo tanto en altas torres, sino en conductos con aletas independientes que oscilan con el viento. Gracias a ellos aseguran que su “solución de 10 kW puede ahorra más de 5,5 toneladas de CO2 al año”.

Aprovechar el viento de otra manera

Los aerogeneradores de Katrick se componen de varios conductos canalizadores con diferentes perfiles aerodinámicos que se encargan de captar y convertir la energía cinética del viento en oscilaciones mecánicas. Luego las agrupa y convierte en electricidad. “Nuestros Wind Panels capturan grandes cantidades de energía cinética al tener una superficie de trabajo y una densidad comparativamente grandes”, precisa.

Como cada perfil funciona de forma independiente, la compañía sostiene que su tecnología es capaz de captar al instante los cambios en las velocidades y las direcciones de las ráfagas.

“Escalables y flexibles, los paneles eólicos se pueden instalar en estructuras existentes, sitios totalmente nuevos y microrredes. Los Wind Panels de Katrick proporcionan una nueva solución para la energía eólica en zonas urbanas donde las turbinas tradicionales resultan imposibles”, señala.

Al presentar su tecnología, Katrick insiste en que su modelo es capaz de adaptarse a las condiciones del viento “a nivel del suelo” mientras que los movimientos giratorios se adaptan mejor a alturas mayores, por encima de los 10 m sobre el nivel del terreno.

La empresa escocesa reivindica que su tecnología eólica presenta algunas ventajas valiosas, tanto de carácter operativo como económico y logístico. Por ejemplo, afirma que sus dispositivos ahorran costes, puede fabricarse sin incurrir en gastos elevados, aplicarse con rapidez y captura más energía cinética que las turbinas eólicas convencionales.

Al ser una tecnología “discreta” reivindican además que es más fácil obtener los permisos para llevarla a zonas sensibles y su impacto sobre la naturaleza y la vida silvestre es “mínimo”.

“Aborda las limitaciones de las turbinas eólicas convencionales al capturar una gama mucho más amplias de velocidades y frecuencias del viento a niveles más bajos a través de su diseño único —subrayan desde la compañía escocesa—. El panel presenta conductos de canalización que contienen perfiles aerodinámicos que oscilan de forma independiente cuando se exponen a la energía cinética del viento y estas oscilaciones mecánicas luego se convierten en energía”.

Hace poco la compañía informaba de que su tecnología había superado con creces una primera fase de pruebas durante la que usó un prototipo de su Wind Panel. Los resultados, asegura, fueron “impresionantes” y demuestran su “potencial”.

Para constatar sus capacidades los técnicos usaron túneles de viento que replicaban las condiciones operativas que se toparán los aerogeneradores. El primero se sitúa en Silverstone Sports Engineering Hub; el segundo, en la Universidad de Strathcycle.

Entre otras cuestiones, los técnicos comprobaron un dato fundamental: que sus conductos son capaces de incrementar la velocidad del viento, lo que influye en el movimiento de las aletas. “Durante las pruebas se registró una aceleración de la velocidad del viento de 1,5 veces, lo que demuestra que el diseño del prototipo aumentaba la velocidad del viento y la producción potencial de energía“.

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