Con el comienzo de la amplia reforma energética iniciada en el país en 2013, la IEA abunda en que eso redunde en ‘revertir la producción de petróleo en declive del país, aumentar la proporción de energías renovables en el sector de la energía, y disminuir el crecimiento de las emisiones de carbono’.
El fin del predominio de las estatales Petróleos Mexicanos en petróleo y gas, y de la Comisión Federal de Electricidad en el sector de la electricidad, son aspectos que se destacan de esa reforma, así como la apertura de sectores fundamentales de la energía a ‘nuevos jugadores, la inversión y la tecnología’.
El informe también revela que el ‘innovador sistema de subasta aplicado’ proporciona un impulso considerable a la energía limpia en el país. Así, se concluye que más de la mitad de la nueva capacidad de generación eléctrica del país instalado hasta 2040 estará basado en las renovables. México tiene como objetivo producir el 35% de la electricidad de fuentes limpias para 2024.
Sin estas reformas energéticas, el informe indica que la producción de petróleo sería de 1 millón de barriles por día inferior en 2040, los costos de electricidad serían más altos, y el gasto de los hogares se vería afectado. Además, el costo para la economía sería considerable, al reducir el tamaño del PIB de México en un 4% en 2040, lo que resultaría en una pérdida económica total de 1 billón de dólares durante el período analizado.
Sin estas reformas energéticas, el informe indica que la producción de petróleo sería de 1 millón de barriles por día inferior en 2040, los costos de electricidad serían más altos, y el gasto de los hogares se vería afectado. Además, el costo para la economía sería considerable, al reducir el tamaño del PIB de México en un 4% en 2040, lo que resultaría en una pérdida económica total de 1 billón de dólares durante el período analizado.