Neuquén: la planta de biogás del Centro de Disposición Final de residuos cumplió un año

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La planta de biogás instalada en el Centro de Disposición Final de residuos de Neuquén (CDF) ya cumplió un año de funcionamiento ininterrumpido, según informa diario Río Negro.

Es la tercera en su tipo que está en funcionamiento en el país y opera con 8.000 toneladas de basura domiciliaria –relleno sanitario– mensuales, que sirven para alimentar el consumo energético de todo el predio de 1,8 hectáreas ubicado a 15 kilómetros del centro de la capital provincial.

 
El predio es operado por la prestadora del servicio de recolección de residuos de Neuquén, Cliba, y allí se instalaron siete pozos de captación de ocho metros de profundidad, donde se deposita el relleno sanitario todos los días. El biogás es captado, succionado e impulsado mediante una bomba y por medio de un tendido hacia el motogenerador y es utilizado como combustible en la producción de energía eléctrica.
 
El biogás empieza a generarse desde el primer día de disposición y se incrementa hacia el último en el módulo correspondiente, que se cierra por completación. A partir de este momento la curva de generación comienza a disminuir lentamente hasta que se degrada completamente la materia orgánica. Este proceso puede llevar alrededor de 40 años, por lo que el aprovechamiento para energía suele hacerse los primeros 10 a 15 años, que es cuando más biogás se puede aprovechar.
 
El motogenerador, que se alimenta de biogás y produce la energía utilizada en todo el predio, cuenta con una capacidad instalada de 20 kW, lo que equivale a una generación de 16 kWh.
 
Desde la empresa encargada de la construcción del proyecto, Benito Rogio ambiental (BR-a), señalan que para dimensionar la importancia del ahorro ambiental debe tenerse en cuenta que, si un grupo generador electrógeno desease producir la misma cantidad de energía pero con combustible diésel, se necesitaría un promedio de 2.300 litros mensuales. Entonces no sólo se está generando energía a partir de una fuente renovable, sino que también contribuye a la recuperación y eliminación del gas metano de las emisiones tradicionales, evitando que toneladas de CO² por año sean liberadas a la atmósfera.
 
El proyecto implementado a través de Enarsa, adjudicado por medio por licitación nacional, y tuvo como principal objetivo fomentar la generación eléctrica a partir de fuentes renovables.
 
Los generadores están vinculados con la subestación ‘Rotonda’ de Edenor, proveyendo energía a aproximadamente 15.000 habitantes.
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