Nuevos híbridos: el motor naval mezcla de diésel e hidrógeno que emite un 50% menos de CO2

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Siempre se ha mencionado que mientras los automóviles livianos y medianos obtienen mejor rendimiento de un motor eléctrico como solución más rápida para dejar de emitir gases contaminantes de efecto invernadero, para el transporte pesado, tanto camiones como trenes y barcos, el hidrógeno es la mejor solución.

Pero naturalmente que esos desarrollos llevan tiempo, pruebas y mucha experimentación, por lo tanto, tomar un camino intermedio es una buena medida para empezar a reducir las emisiones a la atmósfera.

MAN, en su división de motores pesados, ha puesto en funcionamiento dos motores de su nueva generación de impulsores duales, capaces de generar potencia tanto sea con hidrógeno como con diésel.

Estos motores se utilizarán en el primer buque de transferencia de tripulación (CTV) propulsado por hidrógeno del mundo, el Hydrocat 48m que es operado por Windcat Workboats, propiedad de Compagnie Maritime Belge (CMB), una de las principales defensoras del hidrógeno como combustible marino.

El desarrollo está basado en dos motores marinos diésel MAN D2862 LE448 con arquitectura V12, alimentados por gasoil de manera convencional, a los que, con apenas unas leves reformas, se los consigue hacer funcionar con hidrógeno. Werner Kübler, Director de Desarrollo de Motores MAN, asegura que a nivel de hardware, sólo ha tenido que adaptarse el sistema de inyección de hidrógeno. Cada uno de esos motores tiene una potencia de 749 kW o 1.019 CV a 2.100 RPM.

El hidrógeno ingresa en la cámara de admisión a través de un adaptador y posteriormente se añade al ciclo de combustión. Este se produce de manera similar al diésel y requiere la inyección de aproximadamente un 5% de gasoil. MAN ha optimizado el mapa de la inyección common-rail para que el motor pueda funcionar con dos combustibles indistintamente. De ese modo, si se termina la carga de hidrógeno, el motor puede continuar funcionando con diésel sin siquiera tener que detenerse y volver a ser encendido.

En cuanto a rendimiento, la potencia original del motor no se pierde por ser propulsado por inyección de hidrógeno, aunque las emisiones de CO2 se reducen de media un 50% cuando el motor funciona con ese gas, pero incluso podrían llegar hasta un 80% como máximo, dependiendo de las circunstancias de funcionamiento.

No es la primera vez que se menciona esta tecnología. De hecho, muchos fabricantes y científicos, incluso en Argentina, están trabajando en la inyección de hidrógeno mezclado con el GNC (Gas Natural Comprimido), como una forma de empezar a reducir la contaminación del gas de origen fósil a través de una mezcla de un gas natural atmosférico como el H2.

Se tratan de soluciones de medio término, así como lo son hoy los autos híbridos que combinan electricidad con combustible fósil como la gasolina.

En realidad, esta sería una nueva forma de hibridación pero más ecológica aún que la de los motores híbridos, ya que al mezclar GNC con hidrógeno, se mejoraría las propiedades de este último, no se consumiría electricidad, por lo tanto no sería necesaria una batería ni una red de carga eléctrica, y se le daría continuidad a la tecnología más masiva en el mundo del automóvil, el motor de combustión interna.

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