Reino Unido tiene un plan para suministrar energía a los agricultores: paneles solares semitransparentes en las paredes de los invernaderos

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Invernaderos y paneles fotovoltaicos comparten una peculiaridad importante: para funcionar bien ambos necesitan sol. Un grupo de investigadores de la Universidad de Greenwich en colaboración con una explotación agrícola de Kent, en Reino Unido, ha decidido explorar ese punto en común y sus sinergias. ¿Cómo? Recubriendo parte de la superficie de los invernaderos con un tipo paneles solares semitransparentes y que no interfieren con el desarrollo de las frutas y hortalizas.

El proyecto ha recibido 250.000 libras —cerca de 293.000 euros— de las autoridades británicas y arrancó a finales de 2021 con un objetivo claro: probar las ventajas de la generación de electricidad con materiales agrovoltaicos. “Permiten que un panel solar genere energía y proteja los cultivos. El mismo panel se puede usar tanto para recolectar energía fotovoltaica como para cultivar debajo de él”, explican desde la Universidad de Greenwich, que aclara que uno de sus grandes metas es contribuir a que la agricultura de Reino Unido reduzca a cero sus emisiones de carbono.

Aunque el proyecto lleva solo unos meses en marcha, ofrece múltiples ventajas. Quizás la más relevante, como apunta la universidad, sea que permite a los agricultores disponer de una fuente de energía limpia para alimentar sus equipos de riego, termostatos o los hogares de los granjeros.

La apuesta por las renovables

El objetivo está en sintonía con los propios planes de Reino Unido de apostar por las energías renovables. Su meta —detalla el diario The Guardian— es quintuplicar la producción solar en 2035, lo que equivaldría a una capacidad total de 70 GW y la generación de unos 60.000 empleos.

“Con el tiempo se ha vuelto increíblemente pertinente producir tu propia energía. A menudo las granjas se encuentran en lugares remotos, por lo que es útil que dispongan de su propia fuente de electricidad, además de ayudar al planeta”, comenta la doctora Elinor Thompson, de la Universidad de Greenwhich, al rotativo británico. La perspectiva se ha vuelto incluso tras la crisis energética y el importante impacto en el sector de la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia.

Más allá de la apuesta por las renovables, añadir paneles solares a los invernaderos ofrece otras ventajas importantes. Por ejemplo, el ahorro de terreno, algo que beneficia por igual a agricultores e instalaciones fotovoltaicas. La solución planteada por la Universidad de Greenwich permite que los granjeros puedan beneficiarse de las ventajas de la energía solar sin tener que dedicar superficie a las instalaciones y ayuda a reducir también el impacto paisajístico de los parques solares.

La solución que ya se aplica en Reino Unido se basa en paneles semitransparentes fijados en los laterales de los invernaderos, con lo que permiten que se cuele algo de luz mientras la parte superior queda despejada. Ahora sus responsables quieren ir un paso más allá y probar estructuras flexibles y de colores, explorando su impacto en los frutos, área que la universidad ya investigó hace años.

Meses tiene por delante para recabar todos los datos: el estudio no concluirá hasta primavera.

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