Río Negro: El tren “La Trochita” se reconvierte y utiliza combustible en base a plásticos

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El centenario trencito a vapor, conocido popularmente como “La Trochita”, continúa su andar sobre las rieles que surcan las áridas tierras del sur de la provincia de Río Negro. Si bien estar dentro de ese tren es como un viaje a 1900, pronto su funcionamiento podría ser revolucionario. Implicará la reutilización de los residuos generados por la comunidad que se convertirán en el combustible del tren.

Ya la empresa Tren Patagónico, que tiene a cargo la concesión del servicio, realizó una exitosa prueba de combustible hecho en base a plásticos reutilizados en una de las locomotoras de su línea turística. El proyecto es impulsado entre el gobierno provincial y una empresa privada aspira a generar una fuente de energía limpia que permita ampliar las frecuencias de salida.

El ensayo piloto fue realizado en las instalaciones del Tren Patagónico en Jacobacci y generó grandes expectativas, tanto para la empresa estatal como para la ciudadanía. El combustible generado a partir de la degradación de plásticos a altas temperaturas promete ser el alimento del gigante de metal en miras de un turismo sustentable y amigable con la naturaleza.

“Logramos una buena muestra. Lo probamos en una de las locomotoras del Tren Patagónico y el resultado fue muy bueno. Creemos que la planta ya puede operar para producir ese tipo combustible”, comentó Pablo Orellano, gerente de Tres B. Esta empresa PyME es la encargada de generar los aceites en su modesta planta piloto, que está ubicada en el ingreso al vertedero municipal de Bariloche.

Según Orellano, se trata de uno de los proyectos más ambiciosos, por su tamaño y envergadura en América Latina. No hay muchas experiencias similares en ferrocarriles de la región, aunque desde hace mucho tiempo forma parte de la realidad de los países desarrollados.

El plan de combustible limpio para la Trochita nació en 2019 y requirió de los esfuerzos coordinados de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Economía del Conocimiento, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, el Tren Patagónico S.E. y la empresa Tres B.

El fenómeno es relativamente simple y con varias décadas de desarrollo en el mundo, aunque resulta innovador para estas tierras mucho más acostumbradas a la refinación directa del petróleo extraído del pozo. El principio es conocido como pirólisis y consiste en la descomposición de los materiales en base a la combinación de calor y vacío.

El primer paso a considerar es la recolección y selección de los plásticos, una tarea de la que se encarga la delegación regional de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático. Lo acumulado se lo muele o prensa para llevarlo a un horno a más de 500 grados centígrados.

Es a partir de una posterior destilación que los insumos se transforman en aceites de tipo gasoil o solventes como las naftas. Se estima que de una cantidad de 1000 kilos de residuos se pueden conseguir hasta 800 litros.

“Hicimos las primeras experiencias en reactores muy chicos, con alrededor de 1 o 2 litros de volumen y no más de 200 gramos de plásticos. No inventamos la pólvora, la industria petroquímica utiliza esta técnica desde los años 60 para hacer hidrocarburos livianos”, añadió Orellano.

Las tareas de experimentación fueron arduas y demandaron de varios ajustes de tecnología. Primero se utilizaron reactores de dos litros, luego de 100, hasta que finalmente se alcanzó la actual capacidad de 3000 litros diarios de producción.

Para llevar adelante la degradación se requiere en un ambiente controlado y sin oxígeno, lo que evita la formación secundaria de contaminantes. Esto permite contribuir considerablemente en un impacto positivo para el medio. Además, el gasoil obtenido es altamente beneficioso porque su pureza es mucho mayor que la del generado de forma convencional.

“Como se fabricó con hidrocarburos que fueron purificados, carece de los contaminantes más comunes de los combustibles que vienen de la directamente de la destilación del petróleo”, sintetizó el gerente.

El financiamiento se obtuvo en un 80 por ciento del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT), que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, y un 20 por ciento fue aportado por el gobierno de Río Negro. Para la fase inicial se destinaron 3 millones de pesos.

En un principio se tenía previsto construir la planta productora en Jacobacci. Pero por la dificultades de la pandemia se la instaló provisoriamente en el laboratorio de Tres B en la Comarca Andina. Se espera que próximamente se concrete la edificación tal como se la proyectaba.

El plan comenzó a partir de la campaña de separación, recolección y reuso de residuos sólidos que impulsó la delegación zonal de la Secretaría de Ambiente en los cerca de 15 municipios que son atravesados por la Ruta Nacional 23. El alto volumen de plásticos acumulados en poco tiempo llevó a la necesidad de buscar soluciones y un destino final. “En charlas informales surgió la pregunta, ¿se puede generar algo o algún combustible para La Trochita con este plástico? Así fue que la Secretaria de Ambiente, Dina Migani, se puso en contacto con Ciencia y Tecnología. Ambos empezaron a buscar distintas empresas a las que le interesara formar parte, mencionó Ailen Rodríguez, delegada en la línea sur de Ambiente.

Los resultados de la experiencia fueron más que prometedores y con una proyección a futuro fructífera para comenzar un proceso de recambio gradual del hidrocarburo actual que es utilizado en las locomotoras a vapor.

Aunque todavía faltan algunos ajustes mínimos todo hace pensar que pronto el panorama cambiará. “Creemos que con parte de lo quedó de la prueba y lo que tenemos en Bariloche, cuando el operador lo decida se podrá usar. Pero todo depende de la empresa”, afirmaron en Tres B.

Aumenta la conciencia sobre el reciclado

Una misma identidad visual une a los puntos limpios del sur de la provincia: todos son antiguos vagones de trenes. El programa que dio origen al gas oil limpio nació íntimamente ligado a los talleres ferroviarios con los que cuenta el Estado provincial.

Tren Patagónico S.E. aportó y adecuó las estructuras de viejos coches en desuso para que cada municipio de la región disponga de su propio centro de acopio. Todo fue gestionado a partir de la iniciativa de la Secretaría de Ambiente.

“En el caso de Jacobacci hay tres. Uno donde el vecino en cualquier momento del día se podía acercar a dejar sus elementos reciclables, tales como diarios, revistas, cartón, plástico, vidrio y aluminio. Otro se usa para las campañas de desechos tecnológicos y el último para educación ambiental con las escuelas primarias”, precisó Ailen Rodriguez, delegada zonal.

El componente didáctico es el pilar que ha permitido vislumbrar un aumento del volumen de objetos recibidos en los últimos meses. Esto permitiría a las autoridades mantener un sostenimiento de la producción de combustible limpio basado en una especie de círculo virtuoso que nace y termina en la propia región.

Se planea convertir a Jacobacci en el largo plazo como el gran punto recolector de plásticos de Río Negro.

Por el momento, la estatal de ferrocarriles dispondrá de una frecuencia periódica para recoger en cada uno de los pueblos del sur lo recolectado. La parada final será la planta provisoria ubicada en Bariloche.

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