‘A medida que las economías de Europa luchan por recuperarse -sostiene WWF-, las energías renovables y el ahorro energético son signos de esperanza para salir de la crisis actual; casi 8 de cada 10 europeos están de acuerdo en que la lucha contra el cambio climático puede impulsar la economía y crear nuevos puestos de trabajo’. Además -añade el informe-, el 70% de los europeos creen que la inversión en energías renovables se debe priorizar en los próximos 30 años, en comparación con otras fuentes de energía tales como el gas no convencional (también conocido como shale gas), la energía nuclear y las plantas de captura y almacenamiento de carbono (CAC).
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La organización ecologista acaba de publicar un informe el que asegura ‘que, para el año 2030, la UE podría reducir su consumo energético al menos en un 38% en comparación con el escenario Business as usual (BAU), y generar más del 40% de su energía a partir de fuentes renovables’. Ese escenario –concluye WWF– haría posible que Europa reduzca sus emisiones de efecto invernadero relacionadas con la energía ‘en un 50% con respecto a los niveles de 1990’.
‘El primer paso para alcanzar esas metas es limitar el consumo de energía en términos absolutos. El segundo paso es incrementar el suministro de energía generada con tecnologías renovables, priorizando el despliegue de estas en función de la sostenibilidad: solar, eólica, hidráulica, geotérmica y, solo bajo estrictas condiciones, la bioenergía’. Lo dice la organización ecologista WWF en su informe ‘El camino hacia un futuro 100% renovable en Europa’, un documento en el que señala que ‘durante el verano de 2012, el Ártico ha perdido más hielo que nunca, hasta el punto de que el hielo hoy equivale a apenas el 50% de la media registrada entre los años 1979 y 2000.