La nueva tendencia de los paneles solares verticales tiene ahora una evolución que aprovecha al máximo el espacio en altura y no en longitud. Se trata de la torre fotovoltaica de Three Sixty Solar, una empresa canadiense con sede en Vancouver.
La empresa fabrica sistemas apilados de 12 a 36 m de altura, diseñados para aprovechar la energía del sol allí donde el espacio es escaso. Con una potencia máxima de hasta 250 kW, la torre fotovoltaica promete reducir los costes de urbanización sin dañar el medio ambiente ni los hábitats circundantes.
Cada unidad tiene tres lados completamente cubiertos por paneles fotovoltaicos verticales, por lo que la producción final depende esencialmente de la orientación de la estructura, que nunca puede garantizar la máxima producción posible. Por otro lado, el efecto chimenea en el interior de las torres ayuda a disipar el calor, aumentando el rendimiento.
Estos días, la empresa ha publicado un libro blanco con los resultados de 16 meses de pruebas.
Dieciséis meses en los que la torre fotovoltaica piloto construida en Kelowna (Columbia Británica) demostró resistir condiciones meteorológicas especialmente agresivas. Desde una feroz tormenta con rachas de viento de hasta 135 km/h hasta fuertes lluvias, granizo y nieve.
En enero de 2023, se realizaron pruebas sobre el efecto de la suciedad en los paneles y se descubrió que, después de un año, los módulos no habían experimentado ningún cambio de tensión ni de corriente. Y la colocación vertical de los paneles había permitido que toda la nieve se desprendiera de la torre sin intervención humana.
“Estos aspectos destacados confirman algo en lo que creía desde hace mucho tiempo. El diseño de nuestra torre tiene más beneficios que la posibilidad de utilizar hasta un 90% menos de terreno. La reducción de las actividades de mantenimiento disminuye los costes de explotación y mejora la economía del proyecto. Estoy muy satisfecho de cómo ha resistido la torre al entorno canadiense”, afirma Brian Roth, CEO de Three Sixty Solar.