TeraLight es una compañía israelí que trabaja con energía solar. Esta semana anunció su nueva cooperación estratégica con diversos actores para implementar la técnica agrovoltaica en el país.
La técnica agrovoltaica, también llamada agrofotovoltaica, es la que se utiliza para poder producir energía solar y productos agrícolas en una misma superficie terrestre. La compañía israelí planea llevar adelante dos proyectos pilotos de producción agrovoltaica para fines de este mismo año.
El aliado principal de TeraLight es la empresa francesa Sun’Agri, que produce paneles solares dinámicos y su correspondiente software de manejo. Esta tecnología permite realizar un balance en tiempo real de las necesidades agrícolas y la producción eléctrica.
Rani Lifshitz, CEO de la empresa israelí, informó que esta sociedad estratégica le ofrecerá a los moshavim, kibbutzim y a los agricultores particulares una propuesta de valor.
“TeraLight aportará sus capacidades en la construcción de proyectos solares, al mismo tiempo que su conexión con el movimiento Moshavim”, explicó Lifshitz. Además, agregó que “Sun’Agri, al ser una compañía con una gran experiencia en el campo de lo agrovoltaico en Francia, con muchos proyectos conectados a la red eléctrica, traerá a esta sociedad su experiencia comprobada, soluciones tecnológicas y conocimiento profesional en este campo”.
El CEO también expresó su confianza en que juntos construirán una gran cantidad de proyectos en Israel.
Energía solar e hidrógeno verde: los objetivos de Portugal
Portugal aumentó considerablemente sus objetivos para 2030 en términos de capacidad instalada de energía solar y producción de hidrógeno ecológico en su nuevo Plan Nacional de Energía y Clima (PNEC). Este movimiento demuestra una firme determinación de abandonar la dependencia del gas natural para 2040 y aspira a ser neutro en carbono para 2045, posiblemente cinco años antes de su compromiso inicial.
Este nuevo plan es un gran salto adelante respecto al anterior, que establecía una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de entre el 45% y el 55% para 2030, comparado con los niveles de 2005. Ahora, Portugal apunta a una reducción del 55%, reafirmando su compromiso con la mitigación del cambio climático.
Para ello, el plan revisado establece un objetivo de 20,4 GW de sistemas fotovoltaicos operativos en 2030, frente a los 9 GW del PNEC anterior, con 14,9 GW para plantas a gran escala y 5,5 GW para generación distribuida.
Ahora espera cubrir el 85% de su mix eléctrico con energías renovables para finales de esta década y aspira a ser neutro en carbono en 2045, cinco años antes de su objetivo inicial.