La impresora 3D es uno de los productos tecnológicos que más posibilidades ofrecen a los usuarios que saben exprimir su potencial. Estamos ante dispositivos capaces de salvar a algunos desafortunados animales, sin ir más lejos, ayudan a tortugas marinas con un grave problema.
En el caso de la tortuga Charlotte sus problemas comenzaron en el año 2008, cuando fue golpeada por un barco. Ese mismo año, el proceso de recuperación inició gracias a los cuidadores del Mystic Aquarium, quienes han conseguido ofrecerle una segunda oportunidad.
El problema de Charlotte
Tras el golpe con la embarcación, Charlotte tuvo sus aletas posteriores paralizadas y una bolsa de aire se quedó atascada en la parte posterior de su cuerpo. Las tortugas, siendo reptiles marinos, necesitan aire para respirar y cuentan con un sistema de flotación que les permite regular la profundidad a la que nadan o descansan.
El problema de Charlotte, conocido como Síndrome de Burbuja, se debe a la formación de bolsas de aire en sus tractos gastrointestinales, impidiéndole moverse con normalidad.
Cómo la impresión 3D ayuda a las tortugas marinas
Los expertos del Mystic Aquarium recurrieron a la impresión 3D para ayudar a Charlotte. Se ideó un arnés impreso en tres dimensiones, específicamente para ella.
Esta solución es cómoda, resistente, duradera y a prueba de agua. Se utilizaron dos materiales para su creación: Nylon 11 CF y PEKK, proporcionando las condiciones ideales para Charlotte.
El arnés utiliza un peso que contrarresta el efecto de la burbuja de aire en el interior de la tortuga. Mediante una serie de ranuras, se puede regular el peso necesario para que Charlotte pueda vivir con normalidad.
Alex Pestana, trabajador de la compañía de impresión 3D Formlabs, afirma que estos diseños son muy complejos y específicos para el animal y su herida o trauma, siendo una labor intensiva y optimizada gracias a la impresión 3D.
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