En un contexto donde el avance tecnológico convive con crecientes cuestionamientos ambientales, un emprendedor argentino decidió no elegir entre innovación y sostenibilidad, sino unirlas. Así nació Hune, la empresa fundada por Dino Zweig, que convierte plástico descartado para crear productos tecnológicos de exportación, como auriculares y cargadores.
Zweig lanzó el proyecto en 2021, con una visión clara: generar impacto positivo desde el diseño, priorizando la conciencia ambiental por sobre la rentabilidad inmediata. Sin embargo, pocos meses después de su lanzamiento, recibió un diagnóstico de cáncer de orofaringe y debió afrontar un tratamiento intensivo. Mientras tanto, su equipo mantuvo el rumbo, sostenido por un propósito compartido.
Actualmente, la empresa recicló más de 7000 kilos de plástico, y sus productos ya llegaron a mercados como México, España, Italia e Inglaterra. “Trabajar con un propósito genuino, pensando en los demás y en la naturaleza, es algo invaluable”, expresó Zweig a TN.

Un camino de transformación personal y empresarial
La idea de Hune se gestó en 2019, pero tiene raíces más profundas. Dino inició su carrera en 2008, desarrollando electrónica para otras marcas. Aunque tenía estabilidad, sentía un vacío. Un viaje por Asia y un retiro de silencio en Sri Lanka lo conectaron con otras realidades y lo impulsaron a replantear su rumbo: “Decidí empezar de cero y crear una marca con impacto real”.
Ese cambio se tradujo en una propuesta concreta: productos de calidad, funcionales y duraderos, fabricados con plástico postconsumo. Además de auriculares, cables y cargadores, Hune diseña empaques sin plásticos, con cartón certificado, inscripciones en braille, y técnicas de plegado origami, colaborando con artesanos locales.
Tecnología sustentable al alcance de todos
Hune no solo se diferencia por su producción responsable, sino también por su compromiso con la accesibilidad. En Argentina, sus productos tienen precios competitivos: auriculares desde $50.000, cables desde $10.000. La empresa busca que “la sostenibilidad no sea un lujo, sino una opción real para todos”.
Zweig también apunta a incorporar modularidad, reparabilidad y conciencia en cada nueva línea. Hune posee la certificación Global Recycled Standard, que garantiza la trazabilidad del material reciclado utilizado.
Cifras que marcan la diferencia
Desde su nacimiento, Hune ha producido más de 500.000 productos, evitado la emisión de 17.000 kilos de CO₂ y recorrido un camino que combina diseño, tecnología y conciencia. “Queremos inspirar a más empresas y consumidores a elegir caminos más responsables con el planeta”, concluyó su fundador.
Hune no es solo una empresa, es un movimiento: uno que demuestra que la tecnología y el respeto por el medio ambiente pueden —y deben— avanzar de la mano.

Polímeros biodegradables en envases: ¿pueden resolver la crisis de los residuos plásticos?
El problema de los residuos plásticos requiere nuevas soluciones. Los polímeros biodegradables ofrecen una alternativa prometedora a los plásticos tradicionales. Estos materiales especiales se descomponen en sustancias inocuas como agua, dióxido de carbono y biomasa.
Los polímeros biodegradables provienen de diversas fuentes. Algunos se fabrican a partir de residuos alimentarios, animales o de granjas. Otros utilizan almidón o celulosa como materia prima. Los tipos más comunes incluyen PLA, PCL, PBAT, PLGA y PGA. Puede obtener más información en Polylactide, el fabricante líder de estos materiales.
Estos polímeros se degradan al exponerse a microorganismos como bacterias y hongos. Las condiciones adecuadas, como el calor y la humedad, aceleran este proceso. Los bioplásticos de origen vegetal suelen ser más económicos que los de origen microbiano, lo que los hace más prácticos para su uso generalizado en envases.
Fuente: TN.