Estudiantes del Instituto Tecnológico de Villahermosa desarrollaron un hormigón estructural que cumple con la normatividad de construcción mexicana y estadounidense, aprovechando los desperdicios de PET.
Considerando que de las 800 mil toneladas que se producen de PET cada año, solo 15 por ciento se recicla, de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, los estudiantes Tilo Hernández y Ernesto López pensaron en una forma de crear concreto sustituyendo la grava tradicional que se utiliza en el método tradicional.
Para lograr la preparación del agregado grueso, el PET es cortado en cuadritos, mismos que son tratados para que tengan adherencia con el cemento y el agua, según explica Tilo Hernández, uno de los realizadores del proyecto.
“Se le llama también concreto estructural porque se puede utilizar en edificaciones. Nosotros estamos manejando f’c, que se refiere a la fatiga del concreto, la resistencia que puede alcanzar. Estamos trabajando con 150, 200, 250, 300 y actualmente logramos el de 350 kg/cm²”, señaló Tilo Hernández.
En la comprobación de la resistencia del producto, llamado ROCAPET, se realizaron diversas pruebas que consistieron en preparar concreto simple, hecho de grava, arena, cemento y agua. A la par se prepara el hormigón que utiliza PET para comparar ambos.
En las pruebas de temperatura se sometieron a temperaturas 280 °C y después se tronaron para determinar su esfuerzo a la compresión en diferentes intervalos de enfriamiento. En todos los casos se tuvieron resultados favorables.
Además de tener las mismas características de seguridad estructural del concreto original, ROCAPET tiene menor peso volumétrico, lo que representa un ahorro económico y beneficio al medio ambiente.
“Buscamos antecedentes sobre si había algo parecido, pero no había nada igual a lo que nosotros queríamos hacer. Procedimos a realizar las pruebas para que se adecuaran a las reglas mexicanas de la industria de la construcción y empezamos a hacer nuestros diseños para ver con cuánto porcentaje de PET, sustituyendo la grava, alcanzábamos la norma”, refirió Ernesto López.
De acuerdo con el asesor de los estudiantes, Carlos Rodríguez, en México la única empresa que comercializa un concreto sustentable premezclado es la empresa Cemex, que es líder a nivel mundial.
“No obstante, ellos no usan PET, usan el caucho, pero sus productos no se garantizan para hacer estructuras porque no alcanzan los niveles estructurales de resistencia. En ese caso nosotros ya logramos, mediante varias experimentaciones, tener productos de 150, 250 y el último que logramos fue de 350, totalmente normado, con pruebas que se le hicieron y seguimos perfeccionando nuestro producto”, declara el profesor del Instituto Tecnológico de Villahermosa.
Además de ayudar al medio ambiente con la reutilización de desechos se busca la preservación de la grava, un agregado pétreo no renovable. “Dentro de algunos años va a haber problemática porque ya no existirá el material. Nosotros lo estamos preservando al utilizar el PET”, señaló.
El profesor asegura que aunque el proyecto constituye un gran logro, la innovación se logrará hasta que sus beneficios impacten directamente a la población.
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