Un equipo del MIT se propuso transformar la contaminación del CO2 en etileno, una sustancia química utilizada en la fabricación de diversos plásticos y combustibles.
Hoy en día, el etileno se obtiene del petróleo y su precio es de 1.000 dólares la tonelada. Esta tecnología también puede producir químicos de alto valor como el metano o el monóxido de carbono.
Aunque la tecnología para transformar la contaminación del CO2 ya existe, es necesario mejorarla para que sea rentable y se extienda a numerosos procesos. El proyecto del MIT busca demostrar que su tecnología puede sustituir la fabricación tradicional de etileno, evitando el uso de combustibles fósiles y reduciendo la contaminación.
Mejorando la tecnología para transformar el CO2
Los investigadores del MIT debían ampliar la muestra en tamaño, alejándose de las escalas habituales de los laboratorios. Sería necesario que los electrodos fueran 100 veces más grandes que las versiones de laboratorio. El equipo produjo una lámina con un área diez veces mayor que las muestras comunes, demostrando la eficacia de la tecnología a mayor escala.
El desafío radicaba en mantener la eficiencia al aumentar el tamaño. Los electrodos deben ser buenos conductores y repeler el agua (hidrofóbicos). El equipo utilizó PTFE (teflón) para reforzar las propiedades hidrofóbicas y tejió cables de cobre conductores a través de la lámina de PTFE, creando una “superautopista eléctrica”.
Futuro de la tecnología
“Se puede coser este cable de cobre micrométrico en cualquier electrodo de difusión de gas que se desee, independientemente de la morfología o la química del catalizador. Este método se puede utilizar para escalar el electrodo de cualquier persona”, afirma Simon Rufer, estudiante de doctorado del MIT.
Esta tecnología promete transformar el CO2 en productos útiles, contribuyendo a la reducción de emisiones y la creación de procesos más sostenibles en la industria.
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