El calentamiento global ahora es imparable y ha provocado la primera fuga de metano en el fondo del mar de la Antártida, así lo revela un descubrimiento hecho por distintos investigadores y explicado en un estudio de la revista Proceedings of the Royal Society B.
De acuerdo con los expertos, el sitio donde se está filtrando el metano está ubicado en una zona del Mar de Ross, con profundidad de 10 metros conocida como Cinder Cones. Pero la preocupante hipótesis señala que el gas podría comenzar a gotear a medida que la crisis climática calienta los océanos.
“Nos topamos con la filtración de metano en un sitio en el que se ha buceado desde la década de 1960 y que acababa de encenderse. No había burbujas de metano. La mayoría del metano en muchas filtraciones en realidad sale en lo que llamamos flujos difusos. Así que simplemente se disuelve en el agua“, explica Andrew Thurber, de la Universidad Estatal de Oregón de Estados Unidos.
No son buenas noticias, pues los microbios tardaron más de cinco años en comenzar a aparecer e incluso entonces todavía había metano escapando rápidamente del fondo del mar, pero estos se lo comían. Ahora, con el lento crecimiento de microbios en Cinder Cones, es casi seguro que el metano ya se filtró a la atmósfera.
No obstante, los investigadores confiesan que existe una ligera posibilidad de que el calentamiento global no sea en realidad el responsable, ya que el Mar de Ross donde se encontró aún no se ha calentado significativamente. En consecuencia, se ha creado un laboratorio para futuras investigaciones.
La investigación se centrará entonces en darle sentido al retraso en el consumo microbiano de metano que escapa. A decir de Thurber, probablemente estemos en una etapa de sucesión, donde pueden pasar de cinco a diez años antes de que una comunidad se adapte completamente y comience a consumir metano de nuevo.