Un estudio realizado por Mikael Skou Andersen de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) asegura que el aumento de la contaminación del aire con partículas de hasta 10 microgramos por metro cúbico, reduce la esperanza de vida de las personas expuestas a la polución entre 9 y 11 años de media, cuando siempre se ha pensado que era entre uno y dos.
Cuando se queman combustibles fósiles, se liberan pequeñas partículas que contaminan el aire. Esto causa muertes prematuras y las políticas que apuntan a reducir el consumo de estos a menudo mencionan los beneficios potenciales para la salud relacionados con la disminución de la polución atmosférica.
El cálculo de los costos asociados a las muertes prematuras causadas por la contaminación del aire es muy complejo y produce resultados muy diferentes debido a las diferentes metodologías utilizadas ya que el consumo de combustibles fósiles es tres veces superior en los Estados Unidos que en la Unión Europea, por ejemplo.
‘La literatura existente es ambigua y hay diferencias en los enfoques adoptados en Europa y Estados Unidos para explicar estos costes. La gente está dispuesta a pagar un precio para reducir los riesgos de morir prematuramente siempre que tengamos una comprensión de las implicaciones y magnitudes de tales riesgos’, explicó Andersen.
Para que podamos calcular una cifra más exacta, Andersen utilizó una tabla de mortalidad de 100 mil personas con una distribución de edades que coincide con la población actual. Si estas personas según su edad, están expuestas a un aumento de la polución, la edad promedio de una víctima de la contaminación atmosférica es de 78,9 años y su pérdida de esperanza de vida gira en torno a una década.