Advierten sobre el riesgo de una gran erupción volcánica que puede devastar la Tierra

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El riesgo de que haya una enorme erupción volcánica que “devaste la sociedad mundial” es bastante “significativo”. Así lo exponen dos vulcanólogos que aseguran que el planeta debe prepararse ante un posibles sucesos que podrían “romper cadenas de suministro, causar hambrunas y provocar pérdidas multibillonarias”, comparables a la de la pandemia del coronavirus.

Lara Mani, vulcanóloga del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial (CSER) de la Universidad de Cambridge, y su compañero, Michael Cassidy, de la Universidad de Birmingham, ambas en Inglaterra (Reino Unido), han publicado este miércoles un nuevo artículo en la revista ‘Nature’ para alertar sobre los riesgos que se presentan en la actualidad: “Datos recientes de núcleos de hielo sobre la frecuencia de las erupciones a lo largo del tiempo sugieren que hay una posibilidad entre seis de que se produzca una explosión de magnitud 7 en los próximos 100 años. Eso es una tirada de dados”.

Gigantescas erupciones que han provocado cambios climáticos bruscos

Esas gigantescas erupciones han provocado cambios climáticos bruscos y el colapso de civilizaciones en el pasado, alertan los autores. El texto destaca que, pese al peligro, “se ha invertido muy poco en limitar lo que podría hacer una erupción de esta magnitud”. “Los impactos caerían en cascada a través del transporte, los alimentos, el agua, el comercio, la energía, las finanzas y las comunicaciones en nuestro mundo globalmente conectado”, subrayan en el documento.

Durante los últimos tiempos se han registrado erupciones que merecen un estudio en profundidad. El volcán Tajogaite, como se denominó recientemente al de La Palma (Canarias), alcanzó el año pasado un índice de explosividad 3 en una escala de 8 (en cuanto a la medición de la magnitud de la erupción). El volcán Eyjafjallajökull (Islandia) registró el nivel 4 el pasado mes de abril de 2010, obligando a cancelar cientos de miles de vuelos en Europa, mientras que la del volcán submarino Hunga Tonga (Tonga), en enero de este año, registró el nivel 5, como la que tuvo el Vesubio cuando arrasó Pompeya y Herculano.

Unos 1.300 volcanes han entrado en erupción en los últimos 10.000 años

Los investigadores subrayan la importancia de la última erupción en Tonga. El volcán, a principios de 2022, lanzó ceniza a cientos de kilómetros y provocó graves pérdidas económicas para el país oceánico. Además, “se registraron tsunamis que alcanzaron las costas japonesas, norteamericanas y sudamericanas”, aunque “solo duró unas 11 horas”, según explican. Por tanto, no habrían sido de una escala preocupante, pero marcan una tendencia que sí es alarmante.

“La erupción de Tonga fue el equivalente volcánico de un asteroide que no impacta con la Tierra por poco, y debe ser considerada una llamada de atención”, precisa Mani. Unos 1.300 volcanes han entrado en erupción en algún momento durante los últimos 10.000 años, lo que significa que se consideran activos, pero probablemente el número sea mayor. “Es posible que no se conozcan sus erupciones recientes porque no se han estudiado sus ubicaciones, o pueden haber permanecido inactivos durante mucho tiempo”, reconocen los autores.

Hay más probabilidades de una gran erupción que del impacto de un asteroide
También merecen mención especial la erupción en las islas volcánicas de Krakatoa, en 1883, que registró el nivel 6 y acabó con la vida de 36.000 personas, o la del estratovolcán Tambora en 1815, con el nivel 7, que se cobró la vida de unas 100.000 personas y que provocó un cambio en las temperaturas globales -generando hambrunas y epidemias-, ambas en Indonesia. Asimismo, con la misma magnitud que esta última, la erupción en Santorini (Grecia) en 1628 pudo terminar con la civilización minoica.

Los vulcanólogos, como mencionaban anteriormente, equiparan el riesgo de una erupción masiva con el impacto de un asteroide de un kilómetro en la Tierra, que podría ser devastador para la existencia del ser humano. Pero es que “la probabilidad de que se produzcan erupciones volcánicas a gran escala durante el próximo siglo es cientos de veces mayor que la de que se registren impactos de asteroides y cometas”, apuntan los expertos.

Falta de financiación para los sistemas de vigilancia y gestión

“Hay una grave falta de financiación y coordinación mundial para la preparación frente a los volcanes. Esto debe cambiar urgentemente. Estamos subestimando por completo el riesgo que suponen para nuestra sociedad”, advierten, antes de agregar que “nuestras complejas redes globales podrían hacernos aún más vulnerables al impacto de una gran erupción”. Para Mani y Cassidy, hay que aumentar el gasto en los sistemas de predicción y gestión para estar preparados ante sucesos de este tipo, asi como para mitigar erupciones menos violentas.

Podría haber decenas de volcanes peligrosos repartidos por todo el mundo con potencial de destrucción extrema. “Es posible que no conozcamos ni siquiera las erupciones relativamente recientes debido a la falta de investigación de los testigos marinos y lacustres, sobre todo en regiones desatendidas como el sudeste asiático. Los volcanes pueden permanecer inactivos durante mucho tiempo, pero seguir siendo capaces de una destrucción repentina y extraordinaria”, precisan los autores. Desde hace más de 20 años esperan un satélite se dedique al seguimiento de estos fenómenos.

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