Las consecuencias de la suba de temperatura del planeta dejan números alarmantes. El deshielo es un ejemplo notorio: los glaciares tropicales de Perú retrocedieron un 40%.
Así lo determinó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Además, se estima que, de seguir así, podrían desaparecer para fin de siglo.
Glaciares tropicales de Perú, en problemas
Si bien generalmente se asocia la idea de los glaciares con climas fríos, también existen en las zonas de alta montaña localizadas en la franja terrestre entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.

La cordillera andina concentra más del 95% de estos, llamados glaciales tropicales, y más del 70% están en Perú.
La Unesco alertó por el hecho de que desaparecen a un ritmo sin precedentes, causado por el deshielo, y esto impacta directamente en el ambiente y en las comunidades.
Estos recursos hídricos de las altas montañas son cruciales para las sociedades y los ecosistemas.
El deshielo de esos cuerpos de agua causado por el cambio climático tiene una injerencia directa en los ecosistemas y de la economía de las sociedades. Las expone a riesgos de desastres y carencias que a menudo pueden forzar migraciones masivas.
Además, suponen un golpe para la cultura e identidad de las comunidades indígenas de esa zona de Perú, que incluso los consideran deidades.
En el caso de este país, la relación de las comunidades cercanas a los glaciares tropicales es milenaria. Los veneraban por ser una fuente de agua y de vida. Actualmente, los pueblos de la región mantienen los valores de la cultura indígena y los siguen considerando así, espíritus a los que respetan y protegen.
Año de la Conservación de los Glaciares
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró al 2025 como “Año Internacional de la Conservación de los Glaciares”. Además, proclamaron al 21 de marzo de cada año como Día Mundial de los Glaciares a partir ahora.
Se apunta a sensibilizar al mundo sobre el rol fundamental de los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y en el ciclo hidrológico. Y además, informar sobre la relevancia que tiene esto en las economías, a nivel social y ambiental.
También se busca compartir las mejores prácticas y conocimientos al respecto. Algo fundamental para abordar las cuestiones relacionadas con el deshielo acelerado de los glaciares y sus consecuencias.
La Unesco y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en colaboración con los gobiernos y las organizaciones pertinentes, están invitadas a facilitar la puesta en marcha de las iniciativas como organismos principales.
Los esfuerzos de coordinación cuentan con el apoyo de un Consejo Asesor y cuatro Grupos de Trabajo que representan a más de 75 organizaciones internacionales y 35 países.
Los Grupos de Trabajo impulsan la ejecución de las actividades clave previstas para este año, garantizando que cada iniciativa se ajuste a los objetivos generales y alcance una repercusión mundial.
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